Centros como el Miguel de Cervantes y Martínez Torner sufren problemas en su polideportivo. Los técnicos de la Consejería reparan estos días las goteras del Ramón de Campoamor
El paso de los años y el uso diario hacen mella en algunos colegios públicos de Gijón. Desde goteras hasta planchas aislantes desprendidas, pasando por el problema de salubridad que supone el anidamiento de palomas y gaviotas en las pistas polideportivas no selladas. Este diario se ha puesto en contacto con tres centros educativos de la ciudad como son el Colegio Cervantes, Martínez Torner y Ramón de Campoamor para conocer a fondo los desperfectos que complican el día a día de su profesorado y alumnado.
La primera parada es en el Colegio Miguel de Cervantes, en El Cerillero. Allí el techo de su polideportivo envejece sin que nadie ponga remedio a los achaques de la edad. «Las planchas aislantes han ido cayendo con el uso. Pretendemos que la Consejería lo arregle, porque desprende restos de fibra. En su momento, nos escucharon y dieron el visto bueno, pero no han hecho nada», lamenta su directora Geles García. «La previsión era haberlas ejecutado ya, pero nos imaginamos que está habiendo problemas para licitar obras, como está sucediendo con otros proyectos», opina. Son ya más de cuatro años en los que han peleado por defender la necesidad de estos arreglos. «No son obras importantes, pero vendrían bien», justifica mientras recuerda que, por el momento, tampoco se ha cumplido eliminar los tejados compuestos de uralita y microfibra, como es el caso del de su centro.
Suciedad por las aves
Muy cerca se encuentra el colegio Martínez Torner, también en La Calzada. De nuevo, problemas en el polideportivo. Su pista cubierta no está cerrada herméticamente. Allí las palomas y gaviotas son un verdadero quebradero de cabeza. Las aves anidan y rompen las redes. Y lo que es más preocupante: ponen en jaque la salubridad de la pista usada por los más pequeños para hacer deporte. «Es peligroso para la salud de los niños. Es donde hacen las extraescolares. Cada poco se limpia la zona, pero casi al instante vuelve a estar sucio», pone como ejemplo su directora Noelia Ansean. Esta vez, al tratarse de una problemática medioambiental, corresponde al Ayuntamiento dar una solución al centro. «Hemos tenido varias reuniones. Dicen que están en ello. No somos el único centro de Asturias con este problema. Ya llevamos tres años así, porque estos trámites se ralentizan demasiado. No nos han trasladado una alternativa, por el momento», ahonda Ansean.
Última estación, el Ramón de Campoamor de El Coto. Al menos, en su caso sus quejas no han caído en saco roto. Estos días los técnicos ya trabajan en solucionar la filtración del tejado y el desprendimiento del techo que incomodaban el día a día del centro, sobre todo ahora con la llegada de la lluvia y el mal tiempo. «Ya necesitaron una intervención en su momento, como fue la impermeabilización de la fachada. Sabemos que son procedimientos que a veces se dilatan, pero necesitábamos una solución y esta vez la Consejería ha actuado rápido”, celebra su director Alfredo Manuel González al ver solventados las goteras y humedades de las aulas de primaria. A los problemas del Martínez Torner y el Miguel de Cervantes, denunciados por grupos políticos como Ciudadanos y Podemos, aún les toca esperar.