Desde la sede de Gijón Impulsa, y con su asesoramiento, Carlos Lapuerta dirige un equipo multidisciplinar centrado en facilitar la visibilidad y evolución de las empresas asturianas; estos días exhibe su trabajo en la FIDMA
«Ningún plan resiste el contacto con el enemigo». Ya la profiriese el célebre mariscal alemán de la Segunda Guerra Mundial Erwin Rommel, o su mucho menos conocido predecesor de un siglo antes Helmuth von Moltke, esa frase de autoría dudosa se ha convertido en uno de los mantras más a menudo dichos en el ámbito militar… Y en el de la empresa, reemplazando la palabra ‘enemigo’ por ‘realidad’. Porque, bien lo sabe cualquier emprendedor, por sólida que sea la planificación inicial de un negocio, los avatares del mercado, al final, obligan a realizar cambios sobre la marcha, a adaptarse para sobrevivir y crecer. Eso es algo que Carlos Lapuerta Martínez sabe bien; y dicho conocimiento es el que, en noviembre del año pasado, llevó a este gijonés de 36 años, experto en marketing digital y con casi una década de experiencia profesional, a fundar Digital Tree Marketing, una agencia centrada, precisamente, en diseñar planes de marketing a conveniencia de las pequeñas empresas, pero con un denominador común: ser flexibles, sin permanencia y adaptables a las necesidades particulares de cada cliente. Una labor que, estos días, exhibe en el stand de Gijón Impulsa en la Feria Internacional de Muestras de Asturias (FIDMA).
«Ha sido una suerte que haya aparecido Impulsa en mi camino; para mí, es un aliado perfecto para un emprendedor, porque apoya y guía en toda la parte de gestión de una empresa y de dar los primeros pasos», reconoce Lapuerta, visiblemente contento por el despegue de una idea fraguada tras años de trabajo en distintas agencias de Madrid y Asturias, y como consecuencia de la progresiva asunción de más y más responsabilidades en ellas. El resultado, Digital Tree, poco tiene que ver con otras organizaciones aparentemente similares.. Su labor bebe directamente de la intención de ser «el departamento de marketing de esas pequeñas empresas que no pueden mantener permanentemente uno propio, porque no tienen recursos para ello». Así, los clientes contactan con esta empresa e inician un proceso de planificación de estrategias y tácticas de marketing, a todos los niveles y tocando aquellas áreas que cada cual precise potenciar o visibilizar. Para lograrlo, Lapuerta cuenta con una decena de colaboradores con diversas especializaciones, que aportan el saber en tales materias. Y, lo más importante de todo, el un servicio flexible, sin permanencia. «Quien nos contrata no está obligado a estar con nosotros un tiempo fijo; asumimos que, a veces, pueden sobrevenir tiempos malos, y eso sería una carga«.
Por el momento, esta novedosa compañía opera desde las oficinas de Gijón Impulsa, una ubicación que facilita la obtención de asesoramiento por parte del ente municipal, y que, a mayores, es perfecta para la consumación del que es el objetivo inmediato de Lapuerta: consolidarse en Asturias. «Tenemos clientes en Madrid y en Valencia, pero nuestra intención ahora mismo es hacernos fuertes aquí, en casa«, reconoce. El tiempo dirá qué pasos dará a continuación pero, por ahora, este joven emprendedor con mucho que decir lo tiene meridianamente claro. «Al final, lo que me gustaría es ayudar a las empresas de aquí. Estoy seguro: si a ellas les va bien, a Asturias le va bien«.