El propio ente autonómico confirma que las llamas se debieron a la acumulación de tales materiales, altamente inflamables, en la planta de tratamiento de la Fracción Resto; la Guardia Civil y varias aseguras mantienen la investigación

Es difícil no hacerse cierta pregunta, a la vez lógica, seductora e incómoda, al contemplar el amasijo de hierros calcinados en que se convirtió la ‘plantona’ de Serín… ¿Qué fue lo que pasó? ¿Qué pudo producir el devastador incendio que, al mediodía de este 24 de abril, poco más de tres meses y medio tras su inauguración el 2 de enero, devoró la nave de tratamiento de la Fracción Resto que el Consorcio para la Gestión de Residuos Sólidos de Asturias (COGERSA) operaba, y volverá a hacerlo, en suelo gijonés? Bien, responder a tal cuestión sigue siendo algo más próximo a la conjetura que a la total precisión, pero algunos datos objetivos han comenzado ya a fluir. Así, según un informe encargado a una empresa especializada por el propio ente autonómico, el origen de las llamas podría hallarse en unos envases metálicos con restos de pinturas y disolventes, específicamente utilizados para proteger los cascos de embarcaciones. Así lo ha confirmado esta mañana, en Comisión Parlamentaria, la consejera de Transición Ecológica, Industria y Desarrollo Económico, Nieves Roqueñí. Por su parte, tanto la Guardia Civil como las aseguradoras prosiguen las investigaciones.
Aunque el trabajo aún está pendiente de cerrarse, con la previsión de que se complete este mismo mes de septiembre, Roqueñí ha matizado que los envases en cuestión habrían sido separados y apilados dentro de el área de descarga de la nave. «Muy posiblemente, alguno o varios de estos recipientes encontrados en la zona del foco del incendio tenía alguna porción de productos inflamables en su interior, y los bruscos movimientos de la máquina removieron dichos recipientes, produciendo el vertido de su contenido y su ignición», ha teorizado. Eso sí, la consejera no ha tardado en matizar que «se cumplía con todos los requisitos en materia de descarga, en lo que se refiere a la normativa industrial». En cualquier caso, Roqueñí ha concluido que los últimos incendios en COGERSA, incluido en ocurrido en agosto en la explanada dedicada al almacenaje de residuos voluminosos de origen doméstico, obligan a replantearse toda la política de riesgos de la instalación, y a tomar las medidas preventivas y correctivas necesarias.