El ariete balcánico, con dos goles y una asistencia, lidera la contundente victoria rojiblanca para alejar el descenso
A ocho del descenso. El Sporting rubricó ayer una victoria como hacía mucho, muchísimo tiempo, que no vivía la parroquia rojiblanca. El conjunto de Martí sumó el primer triunfo del técnico balear en un encuentro muy práctico que solventó con un contundente 4-1 tras remontar el gol inicial de Nacho Gil. Djuka, de doblete tras su periplo internacional, cambió el partido tras el descanso. Dos goles y una asistencia, a Pedro, que completaron el tanto inicial en propia puerta de Delmás y alejan el fantasma del temido descenso. Una victoria vital en lo clasificatorio y, más aún, en lo moral.
Saltó el Sporting al césped buscando el juego directo sobre Ramírez, sustituto de «Willy Fog» Djuka, que se hizo una panzada de kilómetros para estar en este encuentro, tras pedir permiso a Montenegro. Sin embargo, el primer susto lo dieron los visitantes, con un gol de Rubén Castro anulado por un claro de fuera de juego. De Blasis botó una falta lateral que peinó Datkovic ante una mala salida de Cuéllar para que el veterano delantero embocase el esférico. El linier levantó la bandera y decretó la posición antirreglamentaria.
Con el paso de los minutos, el Cartagena se hacía cada vez más dueño del partido. Y casi del marcador, con un remate de Mo Dauda, solo en el área, en un buen centro de Delmás. Y fue precisamente el lateral, pillo, quien fabricó el primer gol, con un saque de banda a Nacho Gil, a la espalda de un dormido Babin, emulando a Roberto Carlos en Hampden Park. El atacante, frente a Cuéllar, fusiló para empotrar el balón en la red y adelantar a los cartageneros.
El gol no hizo si no rubricar la tendencia que llevaba el encuentro, con un Cartagena jugando a placer y un Sporting desdibujado, errante, corriendo detrás del balón. Así fue hasta la media hora de juego, cuando los locales quisieron tocar más bola. Una mejora sustancial que se dejó ver en las botas de Fran Villalba. Fue precisamente el valenciano quien imaginó el empate. Una posesión larga del Sporting, con el balón pasando por las piernas de Pedro y Villalba, finalizó con el 21 abriendo a banda para que Kravets pusiera un centro raso que, tras tocar en Delmás, se coló en la portería de Marc Martínez. Sin un tiro a puerta, el Sporting logró empatar. Y se le hizo corta la primera parte a los locales, con el Sporting volcado y viviendo sus mejores minutos de juego.
Tras el paso por el túnel de vestuarios, Djuka se alistó. Y en el primer balón que tocó, en el primer minuto de juego, peligro. El balcánico entró en juego para abrir la pelota a Kravets que puso un buen centro para que Gaspar rematase de cabeza. El balón impactó en el brazo de Gastón Silva y el colegiado, tras revisar la imagen en la pantalla plana, señaló penalti. El ariete balcánico, con toda la tranquilidad del mundo, como si no llevara un tour de kilómetros en su haber, engañando al portero, puso el 2-1 para sellar la remontada rojiblanca. Llegar y besar el santo.
Quiso el Cartagena buscar rápido el empate y, para ello, Luis Carrión puso en el verde a Gallar y Ortuño. Mo Dauda, con un remate desde fuera, fue el primero en apretar, aunque Cuéllar taponó bien. Con el Cartagena volcado, fue de nuevo el Sporting quien dio, en un garrafal error defensivo de los visitantes que dejó a Djuka solo ante el portero, en una conducción de 50 metros desde el centro del campo. El ariete, tan dado a decidir mal con tiempo, definió a la perfección para poner el segundo y llevar la tranquilidad a El Molinón.
Y Pedro puso la puntilla en una acción muy similar. Djuka recibió en campo propio para poner el balón a la carrera del sierense, que galopó solo para plantarse frente a Marc Martínez para definir con suavidad para poner el 4-1 y sentenciar la victoria rojiblanca, la primera en dos meses y medio. De hecho, el guardameta salvó el quinto, que hubiera completado la manita, a un buen remate de Pablo Pérez. No dio tiempo para más y el Sporting firmó una victoria fundamental en la lucha por salvar la categoría.