Aunque no se sabe la fecha exacta, los historiadores datan que las primeras formas de yoga habrían tenido lugar entre el año 10.000 y 5.000 a.C y sitúan la India como su punto de nacimiento. Unos cuantos miles de años después, lejos del país hindú, Gijón se suma al boom del yoga.
Así lo ve Azucena Zapico, monitora, entre otras, de Yoga y Pilates en Dreamfit Gijón: “Ahora mismo vivimos un momento muy delicado, de incertidumbre. Estamos saturados, agobiados… es un momento clave para regalarnos, al menos, un par de horas de desconexión semanal”.
Una desconexión que se consigue en sus clases de yoga, en las que se trabajan la respiración, la flexibilidad y la fuerza, con especial énfasis en el autoconocimiento y el equilibrio mental y emocional a través de las asanas. En sus clases (de unos 45 minutos) busca crear un ambiente relajado donde sus alumnos puedan “bajar las revoluciones”.
Clases “Cuerpo-Mente”, un refugio para potenciar nuestra fuerza interior
Es precisamente nuestro ritmo de vida, muchas veces frenético, una de las claves del boom que ha acompañado a estas disciplinas en los últimos años. Aunque a muchos les suenan, no terminan de entender la diferencia entre ambas. “Pilates es quizás la elección más popular, la ‘más conocida’. En las dos trabajamos la fuerza, la elasticidad y el control postural, pero tal vez el Yoga tiene ‘ese puntito’ relajante que nos ayuda a aliviar el estrés cotidiano”.
Durante y después del confinamiento muchos gijoneses buscaron en ambas una vía de escape ante el estrés y la ansiedad, y encontraron en esta práctica mucho más de lo que esperaban. “Para las personas que pasan 8 horas al día delante del ordenador, Pilates es la clave. Van a notar los beneficios en su espalda rápidamente, debido al trabajo que realizamos sobre la conciencia postural”.
Más allá de la sensación de relajación, tal y como señalan distintos estudios, incorporar una rutina yogui en nuestro día a día contribuye a disminuir los ataques de ansiedad. Además, reduce el nivel de cortisol (hormona del estrés), ayuda a equilibrar la respiración, mejora la circulación sanguínea y reduce los problemas relacionados con el sueño.
Con la profesionalidad “no se juega”
Si, además, los ejercicios se realizan dirigidos por un un profesional, en un entorno amplio y cuidado, y en grupo, los beneficios se disparan. A los propios de estas disciplinas (mejora de la flexibilidad o fortalecimiento de la musculatura) se unen las bondades de cualquier actividad grupal: la interacción social, el compañerismo, y, otra vez, esa unión.
Todo ello, mientras ayuda a controlar el peso corporal, ya que se calcula que una sola sesión de yoga (de aproximadamente una hora de duración) puede llegar a quemar unas 500 calorías.
Si algo caracteriza las clases de Azucena, es que son para todo el mundo. Cada ejercicio se adapta a las características y al nivel del alumno: “De ahí la importancia de contar siempre con personas formadas, con los conocimientos y la experiencia necesarios. Hagas donde hagas la clase, que sea siempre con profesionales que sepan qué ejercicios o posturas se pueden hacer y cuáles no se deben hacer en cada caso”. Y es que tras diez años de experiencia, esta Licenciada en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, ha visto ya de todo.
Otros dos pilares de la relajación: Body balance y Reactívate
Yoga y Pilates son las dos disciplinas cuerpo y mente más conocidas en Dreamfit Gijón (Calle Calderón de la Barca, s/n), pero no las únicas. El centro también cuenta con otras dos actividades en las que relajarse mientras se ejercita el cuerpo: Reactívate y Body balance.
Tal vez la práctica más desconocida sea el Body balance, que se caracteriza por integrar rutinas de pilates, yoga y tai-chi, creando una disciplina muy completa, interesante para quienes buscan “algo diferente” a las pautas más clásicas.
“Body balance es una fusión en la que predomina el yoga. Se sigue una música con una coreografía dada, en la que cada track tiene un objetivo diferente. Hacemos tai-chi, saludos al sol, trabajo de fuerza y equilibrio… Si estás familiarizado con las disciplinas de yoga y pilates y buscas algo más cañero, esta es tu clase”.
Por su parte, Reactívate se plantea como una iniciación para quienes entran en contacto con el gimnasio por primera vez, para quienes llevan largo tiempo sin entrenar o que presentan algún tipo de dolencia o lesión.
Todas ellas son una buena opción para empezar a cuidarse, pero también para quien ya está practicando otras actividades de más intensidad e impacto: “Hace poco vino a hablar conmigo una nueva alumna. Estaba acostumbrada a clases de alta intensidad, como GAP o spinning, y me comentó que estaba descubriendo un mundo nuevo con mis clases.”
Después de todo, reservar dos horas semanales para cuidarnos no parece demasiado esfuerzo comprobando todos sus beneficios.
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