La región lleva su esencia hasta el corazón de la capital

La estación de metro de Sol, en pleno corazón de Madrid, luce estos días un aspecto distinto y muy especial. A la entrada, dos frondosos manzanos reciben a los viandantes junto a un cartel que reza: «Con sol o sin él, Asturias paraíso natural». Un juego de palabras ingenioso que recuerda que, más allá del clima, el Principado siempre conserva su encanto.
Esta acción promocional celebra el aniversario de uno de los lemas turísticos más reconocibles de España: “Asturias, Paraíso Natural”, que cumple ya cuatro décadas como emblema de la región. Desde su creación en los años ochenta, la frase ha trascendido las campañas institucionales para convertirse en un símbolo de identidad colectiva, asociado a la naturaleza, la autenticidad y la hospitalidad asturianas.
No es casual que los protagonistas de esta intervención sean los manzanos, árbol icónico del paisaje asturiano y elemento central de la mayada, la tradicional época de recolección de la manzana y elaboración de la sidra. Cada otoño, entre septiembre y octubre, los lagares de toda Asturias se llenan del aroma de la fruta recién exprimida, mientras las fiestas populares celebran la llegada del mosto dulce, preludio de la bebida más representativa de la región.
Con esta instalación, Asturias lleva a la Puerta del Sol, kilómetro cero del país, un pedacito de su paisaje y de sus costumbres, invitando a madrileños y visitantes a descubrir —o redescubrir— un territorio que conjuga naturaleza, cultura y tradición. Porque, con solo o sin sol, Asturias sigue siendo un lugar único, acogedor y auténtico. Un paraíso que, cuarenta años después, continúa celebrándose dentro y fuera de la tierrina, con la misma pasión con la que cada año se vive la mayada.