Optimista en cuanto a su acogida en esta FIDMA, la consejera Nieves Roqueñí, oficia la primera visita institucional a un espacio que enfatiza la importancia de ese recurso tanto para el consumo como para el desarrollo económico de la región
Es, tal vez, una de las cinco, si no de las tres, evidencias más conocidas, repetidas, demostradas y aprovechadas desde que los primeros microorganismos se formaron en este planeta: el agua es vida. Para los humanos, para los animales, para la vegetación… Y también, cada vez más, para el desarrollo de un sinfín de proyectos industriales, tecnológicos y sociales que, directa o indirectamente, dependen del líquido elemento para su pervivencia y progreso. Sin embargo, esa creciente dependencia del agua coincide en el tiempo con una de las épocas en las que las alarmas por su escasez suenan con mayor fuerza. Precisamente por eso, para enfatizar su trascendencia y la necesidad de cuidarlo, dicho recurso se ha convertido en el protagonista absoluto del Pabellón del Principado en esta 67ª Feria Internacional de Muestras de Asturias (FIDMA), inaugurada ayer. Un espacio amplio, dinámico y ecléctico que esta mañana ha recibido su primera visita oficial: la de la consejera de Transición Ecológica, Industria y Desarrollo Económico, Nieves Roqueñí, quien ha sido clara y optimista en cuanto a sus expectativas para con el despliegue del Gobierno autonómico en este evento: «Lo vamos a petar«.
Roqueñí, acompañada por la directora general del Agua, Vanesa Mateo, y asistidas ambas por las explicaciones del comisario de la muestra, Xavier Santamarta, ha tenido ocasión de tomar contacto con los muchos y variados contenidos de una exposición que, bajo el aclaratorio título ‘Asturias ye agua’, explora desde la más evidente vertiente del consumo, y los miles de detalles necesarios para que éste sea seguro, hasta escenarios como su aprovechamiento deportivo, su empleo en procesos de fabricación y, desde luego, el desafío que entraña transportar el agua desde zonas en las que abunda a otras víctimas de su escasez. Así, como cualquiera de las decenas de visitantes que han frecuentado el pabellón en sus primeras horas abierto, el trío institucional pudo conocer de primera mano proyectos como el ReWaise, que suprime el nitrógeno del líquido para favorecer el consumo energético, o la ambiciosa reconversión de la depuradora de Villapérez, la mayor de Asturias, en una biofactoría.
Tampoco han faltado los viajes al pasado, empezando por el siglo III antes de Cristo, centuria en la que Arquímedes de Siracusa inventó su célebre tornillo… Hoy reutilizado como forma de generar energía hidráulica, gracia a la visión de empresas como Sinfin Energy. Las maquetas de antiguas centrales y molinos hidráulicos también forman parte del catálogo de contenidos explicados a la comitiva. Y, en el plano atlético, Roqueñí y Mateo han trabado contacto con algunos de los vestigios más antiguos del Descenso Internacional del Sella, casualmente iniciado este sábado, y representado en el pabellón del Principado en forma de embarcaciones de los años 40 en adelante, de equipos de seguridad y uniformes de antaño, y de grandes imágenes de las ediciones más icónicas del ya largo pasado de la cita.
«Es lo que hemos querido trasladar: la importancia que en el Gobierno le estamos dando al agua», ha enfatizado Roqueñí en su comparecencia ante los medios, al término del recorrido. En ese sentido, la consejera ha puesto el foco, sobremanera, en los dos proyectos ligados al líquido elemento más ambiciosos de cuantos el Principado tiene en marcha en la presente legislatura: la citada actuación en Villapérez, presupuestada en casi 70 millones de euros, ya adjudicada y que se espera que en 2025 comience a materializarse, y la construcción de la llamada ‘autopista del agua’, o ‘Y del agua’, una apuesta colosal en la que también participan el Ejecutivo de la nación y Aqua España, y que, por cerca de 200 millones, conectará los embalses de Tanes y Rioseco con recursos del Narcea, cerrando el anillo y tendiendo arterias que permitan llevar el agua desde la zona central de la región hasta la costa. Esa última actuación no se verá consumada, probablemente, hasta 2026, pues, como Roqueñí ha matizado, las Administraciones implicadas «todavía estamos viendo qué modelo vamos a aplicar».
Con todo, la consejera ha aprovechado su presencia en la FIDMA para analizar dos cuestiones ciertamente polémicas, y de rabiosa actualidad: la presión turística en el Oriente asturiano, por un lado, y la suspensión del suministro de agua en algunas poblaciones del Naranco este mismo sábado, por otro. Acerca de la primera cuestión, Roqueñí ha vuelto a insistir en la importancia de completar ese proyecto de la ‘autopista del agua’, para poner coto a la incapacidad de los recursos ordinarios para mantener el suministro en una época del año, el verano, en que la población en el Oriente se multiplica. Con respecto a lo ocurrido en el Naranco, la representante del Gobierno autonómico ha recordado que los Ayuntamientos disponen de planes de contingencia propios, aunque se ha confesado optimista. «Estamos teniendo un verano bastante húmedo, y no creo que tengamos problemas«, ha concluido.