«En Laviana recoge la chalana (barcaza), en Oviedo la música que le hará el viaje más ameno, en Mieres atrapa el fuego mágico de la Navidad, en Avilés El Nataliegu y en Gijón las cartas que le mandan los niños asturianos a la oficina de Correos sita para tal fin«
No podía despedir el año sin contaros la historia de un ser enigmático y entrañable que ha llenado de ilusión y de alegría los corazones de miles de niños y niñas de Asturias. Algunos de ellos ya no tan pequeños, que siguen creyendo en la magia de este adorable personaje y que cada 24 de diciembre acude a nuestras casas para traernos un regalín siempre impulsado por esa energía tan especial que sólo tienen los druidas de la Navidad.
Pensaréis que estoy hablando de Papá Noel, y con todos los perdones de Santa, os diré que no. Os estoy escribiendo acerca de nuestro Anguleru.
Hace muchos, muchos años solamente los niños y niñas de San Juan de la Arena pedían deseos a este hombre de mar, ataviado con su traje amarillo de faena, y sus barbas rizosas color roble. Pero poco a poco fue corriendo la voz, y no quedó ni un solo nenu que no quisiera ser obsequiado por nuestro protagonista cada Nochebuena. Es así como este pescador bonachón consiguió atraparnos en su red ilusionante.
Pero dejadme que os cuente su historia.
El Anguleru es un pescador asturiano bonachón que vive en el Mar de los Sagarzos cuidando el medio marino. En diciembre regresa a Asturias para pescar angulas, y con el dinero que saca de su venta compra dulces y regalos que reparte en Nochebuena. El Anguleru sale del Mar de los Sagarzos a comienzos del invierno y llega a Asturias los días previos a Nochebuena. Desde ese momento, recorre los 78 conceyos asturianos buscando sus herramientas y aperos de trabajo, que necesitará para la noche de Nochebuena y la mañana de Navidad.
Para que sirva de ejemplo: en Laviana recoge la chalana (barcaza), en Oviedo la música que le hará el viaje más ameno, en Mieres atrapa el fuego mágico de la Navidad, en Avilés El Nataliegu y en Gijón las cartas que le mandan los niños asturianos a la oficina de Correos sita para tal fin.
Es tanto el trabajo y el trajín que tiene el Anguleru cuando llega para realizar las entregas que con el paso de los años ha tenido que contar con ayudantes que reciben el nombre de Maestros Llendadores. Algunos de estos llendadores son El Faroleru de Candás, los ruleros Xesús y Lolina de Avilés, los Ocleros de Villaviciosa o los Tritones de Infiesto (éstos muy importantes porque se encargan de revisar el estado de los ríos en Asturias para que la chalana del Anguleru pueda recorrer todos los ríos del Principado).
Es interesante saber que El Anguleru suma cada año más llendadores y cualquiera de nosotros puede ser uno de ellos. Sólo debemos cuidar de la naturaleza y en especial de los ríos y mares por donde él navega. ¿Sencillo, no?
Pero os preguntaréis, ¿por qué el Anguleru es mágico y consigue llegar a tantas casas con su barcaza y subir pisos muy altos siendo un mero pescador?
Pues os cuento. Se convierte en personaje mágico gracias a la luz que se desprende de quemar el tronco del Nataliegu, un tronco de roble que en su fuego contiene la magia de la Navidad. Para prender ese fuego necesita prender les caricoses de roble que los mierenses rescatan cada año en la hoguera de San Juan, y con ese fuego se enciende el Nataliegu en La Arena la tarde de la Nochebuena, para convertirse en mágico en compañía de sus llendadores.
Pero también su farolín contiene luz sagrada, inundando de magia todo lo que ilumina, y profiriéndole poderes como hacer volar su lancha o convirtiendo las cañas de los llendadores en herramientas fantásticas para subir regalos a edificios altos, tan altos que jamás podrías imaginar.
Es por eso, mis queridos y queridas amigos, que nuestro Anguleru ya es internacional, porque no sólo viene a dulcificar nuestra Navidad, si no que vela por nuestros océanos, mares y ríos, haciendo de nuestro planeta un lugar más habitable, y como no, más ilusionante. Anguleru, te esperaremos en 2022 para que cumplas nuestros deseos, y de esta forma, abrazar los sueños. Te esperamos.