Su director, Alejandro Beneit, celebra la confirmación del espacio que lidera como «referente en turismo, conservación y sostenibilidad», y vaticina un 2025 marcado por la «inspiración a las personas para que valoren y protejan nuestro planeta»
El año recién terminado ha dejado un buen sabor de boca en el BIOPARC Acuario de Gijón. El espacio gijonés cerró 2024 con un balance total de 200.000 visitantes, equivalente a un incremento de más del 10% respecto a 2023, y una cifra que en la entidad no dudan en describir como «récord histórico» desde su apertura. No obstante, se trata sólo de uno de los varios datos que alimentan la percepción de sus responsables, encabezados por su director, Alejandro Beneit, de que, en líneas generales, el pasado ejercicio ha sido «extraordinario», consolidando su posición «en turismo, conservación y sostenibilidad».
Junto a ese montante general, más de 22.000 niños visitaron el Acuario en actividades escolares, mientras que los campamentos de verano reunieron a más de 1.350 participantes; incluso los cumpleaños «batieron récords», con 127 celebraciones y más de 1.800 invitados. «Cada niño que pasa por nuestras instalaciones es un embajador de la conservación», celebra Beneit, para quien un factos clave a tener en cuenta es el grado de satisfacción del público. Sobre ese particular, este año el NPS (Net Promoter Score) alcanzó su nivel más alto desde la apertura del Acuario hace dieciocho años, con 7 de cada 10 visitantes recomendando la visita al espacio. Algo a lo que, en buena medida, han ayudado iniciativas como ‘Refill the Planet‘, eliminando por completo el plástico de un solo uso de sus instalaciones.
Por supuesto, un lugar como el BIOPARC no es nada sin su fauna. Y los datos demuestran que el animal más querido por los visitantes en 2024 fue el ajolote. Su peluche resultó el más vendido del año, con cifras cinco veces superiores al siguiente peluche más popular. «Es imposible no enamorarse del ajolote; representa tanto la biodiversidad como los retos de la conservación, y parece que también es un gran embajador de nuestra tienda de recuerdos», comenta Beneit. En ese sentido, el Centro de Recuperación de Animales Marinos (CRAMA) ha hecho posible la rehabilitación de más de nueve animales, muchos de los cuales han regresado con éxito a su hábitat natural, gracias a los seguimientos mediante GPS. Es el caso de la que fue la primera tortuga del BIOPARC, ‘Uno’, «a la cual tuvimos que amputar una aleta», pero que sigue siendo monitoreada. «Actualmente se encuentra, desde hace varias semanas, por la costa de Portugal», comenta el director del BIOPARC.
Certámenes, investigaciones conjuntas y una oferta hostelera aplaudida
En lo que respecta a eventos, la celebración del Congreso Anual de la Asociación Ibérica de Zoos y Acuarios (AIZA) en marzo también fue «un hito de la instalación», ya que «batió récord de asistencia», al reunir en el centro gijonés durante cuatro días a casi dos centenares de especialistas en animales y biodiversidad. Paralelamente, otro hecho destacable fue la colaboración con el Museo de Historia Natural de Nueva York, que se tradujo en la exposición ‘Sharks‘, otro «rotundo éxito de visitas». Más aún, la tercera edición del festival de documentales marinos Wild Oceans Film Festival (WOFF) cosechó un buen resultado, hasta el punto de que ya se está trabajando en la cuarta, y más de 15.000 personas disfrutaron de la película de realidad virtual ‘La última frontera’. Finalmente, se han firmado más de una veintena de acuerdos de colaboración con entidades investigadoras, y el Restaurante Kraken se ha consolidado como puntal gastronómico, erigiéndose en negocio hostelero oficial de los viajes de lujo de RENFE, Gran Cantábrico y Costa Verde.
A juicio de Beneit, «este récord no solo refleja el éxito del Acuario, sino también el compromiso de la ciudad de Gijón como destino turístico sostenible y de calidad; estamos orgullosos de ser parte de una ciudad que sabe atraer y enamorar a sus visitantes». Ahora, con estas cifras sobre el tapete, el BIOPARC se prepara para 2025 con ambiciosos planes, que incluyen nuevas experiencias educativas, actividades sostenibles y proyectos de conservación. De hecho, uno de esos proyectos clave será ‘Escuelas Azules‘, que pondrá un especial énfasis este año en el trabajo con centros educativos. «Queremos que cada visita al Acuario inspire a las personas a valorar y proteger nuestro planeta. Cada hito y objetivo conseguido nos motiva a conseguir el siguiente», concluye el director del Acuario de Gijón.