«Cuando ya creíamos que el pádel no podía seguir creciendo, pues nos equivocamos»
Tecnología | «Hoy lanzas una partida en una aplicación y, si tienes a bastante gente en ese grupo, enseguida la tienes completa»
Superliga | «Como presidente que ha traído una prueba de WPT a Gijón, espero que los jugadores se queden con quien les ha traído hasta aquí»
Pablo Velasco cogió las riendas de la Federación de Pádel del Principado de Asturias en 2011. En aquella época había 350 federados. Hoy suman cerca de 1.500 y subiendo. Cinco años después convirtió a Gijón en sede del World Padel Tour, el circuito que ha puesto en órbita mundial a su deporte. La explosión del pádel es imparable y vive un momento dulce. La creación de clubes y pistas en polígonos industriales es, para el presidente asturiano, un factor clave. Pero no el único.
Hemos vivido, desde el fin de la pandemia, un boom en la práctica del pádel muy importante. ¿En cuánto cifráis desde la Federación ese crecimiento?
Yo cifro que se ha podido incrementar un 30%. Cuando ya creíamos que el pádel no podía seguir creciendo, pues nos equivocamos. Creo que tiene dos motivaciones principales. Por un lado, el que la gente está optando por un estilo de vida más saludable, con un incremento del tiempo dedicado a las actividades deportivas y la salud. Y por otra, es cierto que durante la pandemia los deportes de contacto y por equipos estuvieron prohibidos. De tal manera que, mucha gente que en algún momento había probado el pádel pero no lo jugaba con regularidad, al verse en la tesitura de tener muy pocos deportes disponibles, le volvieron a coger el gustillo. Esos jugadores, luego, se han quedado, de tal forma que ahora ya son habituales.
Se nota que tenemos ganas de socializar…
Se nota mucho. En el pádel, además, hay un doble componente. Por un lado está el deportivo, que a un alto nivel es muy exigente. Y luego está la parte más lúdica y social, de ocio. El pádel no deja de ser un deporte que, por la distancia entre los propios jugadores en la pista, la distancia de la propia pista, la tipología de la pala, etc… Es bastante sencillo, o al menos más que otros deportes de raqueta. Y además es un deporte en el que, al participar cuatro personas, es muy social. Siempre está la cerveza o el refresco de después.
Esto ha hecho también que, en un periodo de tiempo en el que hemos echado mucho en falta esa socialización, haya potenciado el mayor número de usuarios de pádel que también busca esta parte.
Algo que sorprende, desde fuera, es la capacidad organizativa de este deporte. No me refiero al tema federativo y más profesional, sino en el ámbito amateur.
Sí, indudablemente el pádel ha salido muy beneficiado de la eclosión de las nuevas tecnologías. Tiene también un pequeño componente de dificultad, que es que necesitas tres compañeros. Pero eso se ha solventado con plataformas como WhatsApp o las redes sociales exclusivas de pádel como Play Tomic, que lo que hacen precisamente es facilitar a los jugadores poder organizar partidos de una forma muy sencilla. Hace diez o doce años, cuando yo empecé, tenías que llamar a la gente por teléfono y era bastante engorroso. Hoy lanzas una partida en una aplicación y, si tienes a bastante gente en ese grupo, enseguida la tienes completa.
Incluso con gente que no se conoce…
Es una locura, estas plataformas las componen mucha gente dispuesta a jugar. A día de hoy el pádel es el segundo deporte más practicado en este país. Y claro, al final la gente está deseando jugar.
¿Qué tiene el pádel que, a partir de cierta edad, todo el mundo quiere practicarlo?
De pongo un ejemplo de algo que viví en primera persona. Conocí a un grupo de señoras que jugaban al tenis, llevaban seis meses jugando y dando clase. Sinceramente, les resultaba muy difícil jugar a tenis. Daban la clase, golpeaban la pelota, pero cuando se ponían a jugar entre ellas no tenían la habilidad como para divertirse. Esas mismas señoras se pusieron a jugar a pádel y en un mes estaban jugando partidos todas las semanas. Con la base que habían adquirido con el tenis, más la facilidad del pádel estaban jugando.
Tienes que sumarle también que es un deporte menos exigente físicamente. Son dos personas en un espacio mucho más reducido y, por lo tanto, es físicamente más llevadero. Y facilita la práctica de personas de más edad.
Por último tiene un factor de enganche muy grande. En la mayoría de clubes donde se organizan torneos hay tanta gente que se acaban generando cinco, seis o siete categorías. Y gente que, a lo mejor, nunca antes había competido, se ve con opciones de ganar a gente de su nivel. Ese tirón competitivo también engancha mucho a la gente que a lo mejor en otras disciplinas deportivas, no vivió ese gusanillo de ganar.
Es la línea que siguen muchos de los deportes actuales, como el Crossfit, que hay tantas categorías que hacen ver a la gente que pueden competir.
Sin duda. Nosotros a nivel federativo estamos más restringidos. La mayoría de jugadores que se federan ya tiene un nivel, un bagaje. A nivel federado las competiciones son de un nivel más alto. Pero a nivel de club es totalmente así. Es impresionante ver cómo la gente se apunta a los torneos. En tenis, por ejemplo, ibas a un torneo, te tocaba el cabeza de serie y te ganaba en 23 minutos por 6-0 y 6-0. Aquí los torneos se alargan, se socializa, se toma algo y tienen la posibilidad de ganar.
Comentabas que es el segundo deporte en España. ¿Cuántas personas lo practicáis?
Sí, detrás del fútbol. Se estima que en España hay unos cinco millones de practicantes. Lo cual es una auténtica barbaridad. Eso significa que una de cada diez personas en España, de una forma u otra, juega a pádel.
¿Y en Asturias?
Tenemos entre 1.500 y 1.600 federados, que es una cantidad bastante respetable. Cuando yo me hice cargo de la federación en 2011 éramos 350. También es verdad que creo que hemos hecho una buena labor. Pero no todo es achacable a ello, sino a la propia eclosión del pádel. Estamos en un momento muy favorable.
Aún así se da la paradoja de que el pádel es el deporte que mayor desfase tiene entre número de practicantes y federados. Como te decía hay una parte muy de ocio, muy lúdica, que no se federa.
En España la primera gran explosión tuvo lugar con aquellas imágenes de Aznar practicándolo en La Moncloa…
Efectivamente. Yo creo que ha habido dos periodos bastante clave. Éste fue uno, cuando la gente descubrió el pádel y empezó a jugar. El segundo fue la proliferación de instalaciones cerradas en polígonos industriales. Esto ha facilitado que haya instalaciones muy cercanas a las ciudades, a núcleos de trabajo. Eso ha potenciado que la gente, en sus ratos de ocio, haya podido conocer el deporte y acceder a él. Esta fase es la que llevamos viviendo los últimos diez años.
Además son instalaciones económicas de montar y mantener.
Se da la circunstancia que, por lo que sea, o por la crisis de los últimos años, ha tenido que cesar su actividad y tenía una nave industrial. Y ha visto la oportunidad en este negocio que ha crecido tanto. Y a casi todo el mundo le va bien. Son instalaciones que, desde el punto de vista económico, son muy rentables. Y desde el punto de vista laboral también, porque el sector está dando trabajo a muchísimas personas.
En cuanto a la Federación, ¿qué objetivos tenéis en mente?
La Federación, y este es un punto en el que me gusta incidir, tiene el objetivo la promoción el pádel, pero sobre todo a nivel de competición. Nosotros lo que queremos es que, cuanta más gente juegue a pádel mejor, pero la Federación está más dirigida a que los jugadores que quieren competir de una forma más seria tengan la cobertura para poder hacerlo.
Nuestro principal objetivo es aumentar el número de federados porque luego nos permite hacer muchas más cosas, al disponer de más recursos económicos. Pero sobre todo es tener un buen circuito donde la gente pueda competir, donde aquellos jugadores que destacan puedan enfrentarse a otros jugadores que destacan seguir progresando. El fomento del pádel en edad de menores, pero también de aquellos que puedan destacar, hacer tecnificaciones, torneos, y actividades enfocadas a ellos. Y dotar de un contenido de competición a toda esta gente que paga su licencia y quieren amortizarla jugando.
Nosotros tenemos una liga en la que participan 70 equipos, tenemos pruebas de menores, de veteranos… Nuestro calendario está al completo todas las semanas del año, menos en verano que suspendemos un poco la actividad. Eso significa que, cualquiera que tenga licencia, sabe que cada semana puede competir contra gente de un determinado nivel.
En 2016 conseguiste trer el World Padel Tour a Gijón, ¿qué influencia tuvo en la expansión del pádel en Asturias?
Obviamente el hecho de tener una prueba profesional en tu ciudad es un espaldarazo muy fuerte para el pádel local. En primer lugar porque la gente puede disfrutar de los mejores jugadores del mundo. Y, en segundo lugar, el poder ver a esa gente provoca un efecto llamada. Al final la gente se ve reflejada, salvando las distancias, en esos jugadores y les quieren imitar. Tener esa prueba de ese nivel fue un lujo. Más aún ahora que le pádel está cada vez más internacionalizado y hay cada vez más pruebas internacionales y menos en España. Esperemos que algún día se pueda repetir.
El otro día el presidente de la Federación de Tenis de Asturias comentaba en la presentación del Circuito Marca de Jóvenes la necesidad de este tipo de pruebas en Asturias para expandir los deportes.
Así es, pero no podemos olvidar que Asturias es Asturias, con todo lo bueno y todo lo malo que conlleva. Con el principal problema que me he encontrado siempre a la hora de traer un evento de este tipo es que aquí para el deporte hay poco dinero. El dinero se destina a otras cosas. No quiero decir que sea mejor ni peor, pero para el deporte hay poco dinero. Es muy difícil competir con otras ciudades que sí apuestan por el deporte y el turismo deportivo. Los organizadores, al final, quieren una rentabilidad. Aquí negocias con el Ayuntamiento y hay más pegas que si vas a Valencia o Sevilla, donde tienen una cultura más arraigada de eventos deportivos. Eso decanta la balanza para que los circuitos profesionales se vayan a donde les dan más facilidades.
¿Es falta de visión por parte de la clase política? Al final el deporte genera un gran movimiento turístico…
Para mí el turismo deportivo es de los más rentables que existen porque, además, es un turismo que lleva aparejado un gasto importante en cuanto a pernoctaciones, comidas, cenas, etc.. Al final son las prioridades de cada zona. En Asturias hay otras prioridades. Repito que respeto totalmente, pero no se ha apostado firmemente por el deporte. También somos una región pequeña y hay que entender que a veces no se puede competir con otras más potentes.
Además el pádel, en ciertos círculos, se sigue viendo como el tenis, un poco elitista. Y eso produce que sea más difícil llegar a ciertas mentalidades políticas para que haya dinero para pádel. Aún se considera un poco de pijos, aunque evidentemente ya no lo sean porque lo están practicando cinco millones de personas. Que lo practicara el ex presidente Aznar tiene una parte positiva y otra negativa. La positiva es que se hizo una publicidad muy importante al deporte, pero quedó muy estigmatizado hacia esa corriente política cuando no es así para nada.
Tenemos polémica a la vista. Qatar quiere montar una “Superliga” del Pádel. Como presidente, ¿cómo valoras esta polémica?
El pádel se ha convertido en un deporte tan importante globalmente, con cifras muy importantes. En Suecia hay medio millón de practicantes, hay una explosión de instalaciones en Francia o Portugal, en todos los países escandinavos… En Oriente Medio ha entrado con una fuerza salvaje. Arabia Saudí está apostando por el pádel, y tienen dinero para dar y regalar. En Qatar se hizo el último mundial y hay una locura por el pádel. Esto va a saltar también a EEUU, donde se acaba de celebrar el WPT de Miami. No sólo hablamos de Europa, sino que se va a globalizar e, incluso, Movistar ha comprado los derechos de retransmisión. Esto empieza a coger el tinte de negocio muy grande.
El que ha traído el pádel hasta aquí fue WPT. Eso no lo podemos olvidar, de la mano de Estrella Damm. Cuando esto ha cogido el volumen de negocio muy lucrativo han aparecido otros actores. En concreto Qatar Sport Investment, que es la empresa de Nasser Al-Khelaïfi – presidente del París Saint Germain de fútbol- de la mano de la Federación Internacional de Pádel, han entrado muy fuerte en escena intentando montar un circuito profesional paralelo. Sin embargo, los jugadores de WPT tienen contrato en exclusividad hasta 2024. Les han multiplicado los premios económicos, etc… Esto para los jugadores es bueno porque mejora sus condiciones. Pero por otro lado crea un escenario de incertidumbre legal. Esa cláusula de exclusividad puede perjudicarles porque, además, WPT tiene un derecho de tanteo.
Yo creo que la opción segura, la que te ha traído hasta aquí, que sabe realmente cómo gestionar un circuito, que tiene las sedes y los torneos es WPT. Eso se tiene que valorar. Pero la entrada de un nuevo socio con mucha aura, que les está ofreciendo cosas que hasta ahora no habían tenido, seduce a los jugadores. Yo, como presidente que ha traído una prueba de WPT a Gijón, espero que los jugadores se queden con quien les ha traído hasta aquí.