Los vecinos del barrio afean al Gobierno que «nos hayamos enterado por los medios de comunicación», y encajan la noticia con escepticismo, decididos a creerla «cuando veamos resultados»
Años de espera, promesas incumplidas, sucesivas suspensiones de la ejecución de las obras, dinero perdido… La de la rehabilitación de la Obra Sindical de Contrueces es una historia tan compleja como amarga, que ha agriado el ánimo de sus habitantes, afectados por la progresiva obsolescencia y degradación de los sesenta bloques que la conforman. Sin embargo, ese relato podría estar a punto de cambiar de una vez por todas. O, al menos, así lo aseguraba ayer desde el área municipal de Infraestructuras Urbanas y Rurales el concejal Gilberto Villoria, al anunciar que las conversaciones entre el Ayuntamiento y el equipo del arquitecto Jovino Martínez Sierra, redactor del proyecto, han fraguado en un modificado del pliego que subsana los errores detectados por la empresa Proyecon Galicia, que «será entregado en breve» y que, en la práctica, permitirá que los trabajos comiencen «en cuatro meses». Una buena nueva, siempre y cuando se cumpla, que, en todo caso, ha sido acogida con escepticismo y cierto malestar por los vecinos, molestos ante la falta de información por parte del Consistorio.
Para Villoria, que comparecía este jueves para comunicar la resolución alcanzada, el principal logro de la misma, aparte del desbloqueo de la situación, es que el entendimiento entre las partes «evita la pérdida de la subvención» europea, extraída del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que se había otorgado para financiar buena parte de los casi diez millones de euros en que, tras sucesivas ampliaciones, se presupuestó la actuación. Así, desde el momento en que se reciba el modificado será posible ejecutar una asistencia para la contratación, de tal manera que las comunidades tengan adjudicada la obra en el citado plazo. El edil de Foro, eso sí, no perdió ocasión de disparar un dardo al Ejecutivo municipal que encabezó la exalcaldesa socialista Ana González. «Si se analiza el cronograma de lo sucedido con esta obra, resulta evidente la inacción del anterior equipo respecto a un proyecto que se encontró ya redactado en 2019», sentenciaba Villoria.
«Al final, te cansas de tener que dar siempre las mismas excusas; a veces, cambio de acera»
Pero nada de todo eso ha calado en los residentes de la Obra Sindical, entre quienes se han acomodado la desconfianza y cierto desánimo. «Lo creeremos cuando lo veamos», apuntaba esta misma mañana Begoña Corveiras, presidenta de la Asociación de Vecinos ‘Los ríos’. Habitante de los inmuebles en cuestión desde hace décadas, ella misma ha sufrido en sus propias carnes los efectos de las sucesivas idas y venidas de un proyecto que se trazó en el ya lejano año 2015. «Fueron ya tantas veces las que nos dieron una fecha fija, que ahora lo leemos, y quedamos apáticos. ¿Será verdad, u otra de las mil milongas que nos han contado?», reflexiona. Por descontado, desde su posición en ‘Los ríos’, y como enlace con el Ayuntamiento, le ha tocado protagonizar más de una situación incómoda en estos años. «Conozco a todo el mundo, y te cansas de tener que darles siempre las mismas excusas a la gente cuando te preguntan qué ocurre con sus casas. A veces, hasta me cambio de acera».
En buena medida, ese malestar parte directamente de la actitud del Consistorio para con Corveiras y sus representados. Sin ir más lejos, del acuerdo alcanzado ayer «nos enteramos por los medios de comunicación; nadie del Gobierno nos dijo nada, y eso que nos constituimos en comisión a petición del Ayuntamiento». De hecho, la presidenta todavía aún aguarda que la directora general de Urbanismo, Purificación García, «me devuelva la llamada que le hice el miércoles; nos dijo que estaba dispuesta a hablar con nosotros cuando hiciese falta, pero todavía no sé nada de ella». Con todo, la expectativa que con más fuerza se mantiene en la mente de Corveiras es la de que, por fin, la rehabilitación de la Obra Sindical se haga realidad. «García nos dijo en septiembre que las excavadoras entrarían en tres meses. Si en vez de en tres es en cuatro, bienvenido sea, pero que entren. No podemos seguir así».