De incumplirse el plazo, se pasará automáticamente a la vía judicial; por su parte, la Autoridad Portuaria tacha al Gobierno gijonés de «desleal», y anuncia la realización de varias obras en dicha franja a lo largo de este verano

Se recrudece el tenso pulso entre el Ayuntamiento de Gijón y la Autoridad Portuaria por los terrenos que esta última debe ceder para completar el ambicioso proyecto de ‘Naval Azul’. El Consistorio ha avanzado este viernes que la Junta de Gobierno, en reunión extraordinaria, aprobará este próximo lunes el requerimiento formal a El Musel para proceder a finalizar el expediente relativo a la cesión de dicha franja litoral, ligada a los terrenos del antiguo astillero Naval Gijón, en un plazo máximo de treinta días. La noticia llegaba pocas horas después de que, por su parte, el Puerto anunciase su pretensión de acometer trabajos en la zona en cuestión este verano… No sin antes acusar al Ejecutivo local de haber incurrido en una flagrante «deslealtad».
Mediante una nota de prensa remitida a los medios, la Autoridad Portuaria recordó ayer que, en la última reunión del Consejo de Administración portuaria, se instó al Ayuntamiento de Gijón y a El Musel a llegar a un acuerdo, en línea con lo defendido desde el primer momento por los gestores del puerto. Con este fin, ambos actores acordaron, a través del concejal y portavoz del Gobierno municipal y del director del puerto, que la Autoridad Portuaria elaboraría un texto de convenio, que se hizo llegar al Ayuntamiento el pasado miércoles. Según la entidad portuaria, ese mismo día, la presidenta del puerto, Nieves Roqueñí, propuso a la alcaldesa gijonesa, Carmen Moriyón, mantener una reunión, sugiriendo celebrarla la semana posterior.
«Todo ello se realizó con la discreción debida, atendiendo al respeto institucional que ambas entidades entendemos se deben», han recalcado, a lo que han llamado la atención de que se haya filtrado y usado «interesadamente ese documento de trabajo, en un intento de dinamitar todo diálogo posible». Así, en el documento propuesto para alcanzar un acuerdo se recoge el compromiso de la Autoridad Portuaria de ceder gratuitamente la franja al uso público, y que esta cesión de uso se haga en términos que garanticen su compatibilidad con el desarrollo de actividades náutico-deportivas. También se recoge que la Autoridad Portuaria asume la ejecución y financiación de las obras de urbanización, que una vez ejecutadas serían mantenidas por el ayuntamiento.
Por otro lado, los condicionantes propuestos en el texto para que una vez cedido el uso el Ayuntamiento este tenga que solicitar autorización para realizar obras en la parcela o la colocación de nuevos elementos ya fueron aceptados por la alcaldesa en su acuerdo con el anterior presidente de la Autoridad Portuaria, Laureano Lourido. Desde la Autoridad Portuaria, por otra parte, se ve «impropia la amenaza de judicializar este proceso, y quiere transmitir a la ciudadanía su voluntad de trabajar conjuntamente con el Ayuntamiento en un marco leal de colaboración». En todo caso, ha manifestado su disposición de abordar este verano los trabajos de acondicionamiento de la franja costera, evitando los retrasos que se están generando por la «negativa» del Ayuntamiento a alcanzar un acuerdo. Todo ello para lograr el disfrute de esa franja para la ciudadanía, compatible con el acceso de la Autoridad Portuaria a la lámina de agua para posibilitar las actividades náuticas-deportivas, y, además, en línea con lo que ya sucede en Poniente o el Arbeyal, paseos sobre los que mantiene la titularidad y que conviven perfectamente con el uso público.
La posibilidad de acciones legales, sobre el tapete

Poco después llevaba la réplica desde las filas del Consistorio, en forma de ese requerimiento con un plazo de un mes, pasado el cual la cuestión pasará automáticamente a la vía judicial. Esta última cuestión viene siendo trabajada por la asesoría jurídica del Ayuntamiento, en coordinación con Alcaldía, desde que la Autoridad Portuaria hizo «caso omiso» a la petición formal de Moriyón. Y es que la alcaldesa de Gijón solicitó la inclusión de la finalización del expediente de cesión de la franja litoral como punto del Orden del Día del pasado Consejo de Administración.
Respecto a las acusaciones de deslealtad remitidas por la Autoridad Portuaria, el Ayuntamiento ha insistido en que lo único que defiende es el cumplimiento de los acuerdos firmados. En este sentido, ha considerado que el mayor ejemplo de lealtad fue el hecho de que el Consistorio procedió al pago de los terrenos por adelantado, «a fin de agilizar la operación y confiando en la seriedad y el compromiso del puerto», han recalcado. También en la Junta de Gobierno, dará inicio este próximo lunes, como propietario mayoritario del ámbito y en virtud de sus competencias urbanísticas, a la tramitación para el Plan Especial de Naval Azul, para convertir los terrenos del antiguo astillero Naval Gijón en un polo de economía azul.
De esta manera, la Junta de Gobierno, convocada en sesión extraordinaria, dará luz verde al inicio del trámite, paso previo necesario para la concesión de las licencias que deriven en la instalación de empresas vinculadas al mar. Este proceso tendrá una duración estimada de 18 meses, durante los cuales, el Ayuntamiento, a través de la Concejalía de Urbanismo y la Concejalía de Infraestructuras Urbanas y Rurales, acondicionará provisionalmente el terreno, abriendo así toda la zona para uso y disfrute de la ciudadanía. Estos trabajos, que ya han venido precedidos del desbroce completo de la zona, darán comienzo «de forma inmediata». En este sentido, han señalado que los pliegos del Plan Especial, sobre el que los técnicos de Urbanismo llevan meses trabajando en pos de una «inminente» licitación, establecen las condiciones bajo las cuales se ordenará el futuro polo empresarial.
«Es el caso de la transformación del espacio industrial para su conversión en motor del cambio de la zona Oeste, la recuperación de una parte significativa de la fachada marítima para el uso público, la introducción de usos productivos vinculados a la industria azul, dotar al barrio del inicio de una nueva conexión viaria, configurar un borde urbano mediante edificios singulares, mejorar y completar las comunicaciones existentes, garantizar la permeabilidad del frente edificado hacia los espacios libres y organizar a lo largo del borde marítimo un espacio libre para uso y disfrute público, que conectará con el espacio libre actual de la playa de Poniente», han apuntado.