El F18 y, sobre todo, el Eurofighter ‘Typhoon’ fueron las aeronaves más aplaudidas por las miles de personas que ocuparon todos los puntos posibles de la bahía de San Lorenzo para presenciar tres horas y media de aviones y helicópteros militares y civiles

Pocos sitios como la bahía de San Lorenzo hay para acoger un espectáculo como el que ofrece desde hace 2006, con el único parón de 2020 y 2021 por la pandemia de COVID-19, el Festival Aéreo de Gijón. Y si el tiempo acompaña, como hoy, con un cielo completamente despejado, se convierte en un escenario incomparable. Lo pudieron comprobar las miles de personas, gijoneses y visitantes, que ocuparon todos los puntos posibles de la misma para tener una buena visibilidad de los aviones y helicópteros militares y civiles que participaron en esta edición, en la que los presentes echaron en falta a la Patrulla Águila, el emblemático grupo acrobático del Ejército del Aire disuelto oficialmente el pasado 15 de junio, fruto del necesario retiro de sus CASA C-101 ‘Aviojet’.
El gran atractivo fue, por lo tanto, el atronador Eurofighter ‘Typhoon’, que hizo diferentes maniobras en las que dejó imágenes espectaculares, como la salida de fuego de las toberas cuando el piloto encendía la combustión. También dejó gran sabor de boca el F18, que le precedió, por su ruido y espectacularidad. Antes se dejaron ver diferentes aeronaves del Ejército, Guardia Civil, Policía Nacional, Salvamento Marítimo o Bomberos de Asturias, destacando sobre todo el momento en el que paracaidistas descendieron luciendo una gran bandera de Gijón. Los helicópteros de la Patrulla ASPA, con sus asombrosos giros, se encargaron de cerrar la decimonovena edición de una cita que congrega miles de personas año tras año.