Alumnos del programa municipal ‘Vacaciones Deportivas’ aprenden con los profesionales de MIGIJÓN, y en inglés, los secretos del oficio, de la mano de atletas del Motive.co y del Royal Premium Gijón Jovellanos

Todo aquel que haya decidido dirigir sus pasos hacia el oficio del periodismo se ha encontrado, en los primeros días de la carrera universitaria, con una verdad incontestable, a menudo expresada con un cierto deje jocoso: el buen periodista está obligado a saber un poco de todo, sí, pero también un mucho de nada. Pocos son los ámbitos de la profesión susceptibles de una especialización concreta, profunda y exclusiva. Pero de entre ellos, uno despunta como ejemplo incontestable: el periodismo deportivo. Poseedor de sus propias reglas, métodos, estilos y canales, ese sector se ha convertido en un submundo en sí mismo, seductor para una parte nada desdeñable de cada nueva promoción de futuros comunicadores. Y hoy, en el Centro Municipal Integrado El Llano, una treintena de alumnos del programa del Patronato Deportivo Municipal ‘Vacaciones Deportivas’ han tenido oportunidad de acercarse a los rudimentos de esa área gracias al taller de periodismo deportivo impartido por MIGIJÓN. Sus reporteros, eso sí, no han estado solos en dicha tarea; con ellos han participado en el taller cinco atletas de la ciudad, integrantes de los clubes de balonmano Motive.co Gijón y Royal Premium Gijón Jovellanos. Y todo ello, en inglés.

En una sesión de hora y media coordinada por el periodista Borja Pino, el entrenador de ese último equipo, Gonzalo Aguirre, y su veterano jugador Javier Palacio, han sumado sus respectivas experiencias a las de la capitana del Motive.co, María González, y las deportistas Aida Fernández y Lisa Chiagozie para relatar sus trayectorias, inquietudes, éxitos y fracasos. Una oleada de información que, eso sí, no ha sido gratuita; los propios niños han tenido que entrevistar a los cinco invitados, como si de auténticos reporteros se tratasen, siguiendo el esquema tradicional aplicado en la profesión: el respeto escrupuloso a la veracidad, el mantenimiento de la educación hacia el interlocutor en todo momento, y la obtención de los datos esenciales para cualquier texto periodístico. Ese último aspecto se logró recurriendo a las archiconocidas ‘6W’ (por su designación en inglés), las seis preguntas a las que, necesariamente, ha de dar respuesta cualquier creación periodística: qué, quién, cómo, cómo, cuándo, dónde y, sobre todo, por qué.
Dinámico y divertido, en un punto intermedio entre el aprendizaje y el entretenimiento, el taller ha permitido a los pequeños no sólo tomar contacto con la profesión periodística deportiva, sino también acercarse a las figuras de esos cinco atletas. Es así como han sabido de la existencia aún de importantes diferencias salariales entre hombres y mujeres, hasta el punto, como afirmó María González, de que «los jugadores de balonmano pueden vivir y ahorrar, mientras que las jugadoras sólo sobrevivimos». Una tesitura que les obliga a compaginar su actividad deportiva con estudios y trabajos, forzando una conciliación que, en palabras de Aguirre, «obliga a renunciar a algunas cosas». Eso sí, la satisfacción es la nota preponderante en ellos; sobre todo, en los momentos de triunfo, máxime cuando el mismo llega tras partidos aparentemente perdidos. Una cuestión sobre la que versaron Chiagozie y Fernández, protagonistas, pese a sus aún breves carreras, de algunas remontadas dignas de recuerdo. La prueba última, resumida por Palacio, de que «la perseverancia y el esfuerzo son la clave».

El entusiasmo de los alumnos hizo imposible privarles de una firma de autógrafos final, que se hizo extensiva al personal de MIGIJÓN. Tres de ellos, incluso, aseguraron plantearse la profesión periodística como futuro profesional. Resulte cierto, o no, a lo que los treinta niños, como sus monitores Ana Braña, Adrián Gallego, Fátima Aramendi e Íker Hernando se comprometieron, fue a tratar de prestar una mayor atención a todas aquellas disciplinas atléticas que, a diferencia del fútbol, no acaparan tantas portadas y titulares como el mal llamado ‘deporte rey’.