El cristal apareció roto por «un golpe intencionado» en la parte inferior; la situación de «desamparo legal» en su conflicto con la SAREB, al no poder contar con la figura de presidente de la comunidad o administrado de fincas, impide a los vecinos poner una denuncia ante la Policía

Las 14 familias que viven desde hace meses con el miedo en el cuerpo por la posibilidad de desahucio ante el proceder de la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (SAREB), propietaria del bloque de Río Piloña 3 tras una ejecución hipotecaria en 2021 que no acaba de dar una solución en forma de contrato «social digno» a sus moradores después de que en diciembre un juez declarara nulos los firmados a su llegada al inmueble en 2017 y 2018, despertaron ayer con un nuevo susto. El portal del edificio situado en Contrueces se encontraba vandalizado, con un cristal roto en su parte inferior por «un golpe intencionado. Fue, además, «justo debajo de un cartel que hacía alusión a la SAREB, así como a sus tácticas mafiosas».
«La lucha en favor de la vivienda digna y del derecho que tenemos, como vecinos, de permanecer en nuestras casas ha degenerado al punto de que algunos exaltados, cuya autoría se desconoce, se vean con la absoluta impunidad de atentar contra la integridad del edificio, intentando infundir miedo», anunciaban en la tarde de ayer los vecinos. «La violencia a la que nos vemos sometidos ya no es sólo la judicial, que le otorga a la SAREB el poder de actuar respecto a nosotros como meros activos no merecedores de una vivienda digna, sino que ha dado un paso más y ha adquirido un cariz tangible por el cual se expresa de manera física a las puertas de nuestros hogares, algo que merece la más absoluta repulsa y condena», añadían.

Además alertaban de que «la situación actual de desamparo legal nos impide interponer la correspondiente denuncia, como así intentamos hacer este mediodía —por ayer— ante la Comisaría de la Policía Nacional, debido a que la vulneración de nuestros derechos nos hace carecer de la figura de un presidente de la comunidad que esté presente en el edificio, así como de un administrador de fincas, figuras, ambas, que sí pueden interponer dicha denuncia». Pese al desgaste que supone este escenario y el acto vandálico «reprochable en todas sus formas”, que «no hará que la lucha cese pese a que sea el interés de muchas personas», los vecinos confirman que «seguiremos alzando la voz ante actuaciones tan injustas, sin que se consiga amedrentarnos».