El veterano crucero, un viejo conocido de la ciudad y uno de los mascarones de proa de la naviera Fred. Olsen, permanecerá en El Musel hasta la tarde, momento en que pondrá proa a La Coruña y, de allí, al puerto británico de Southampton

Hablar del MS ‘Borealis’ es hacerlo de una presencia familiar para Gijón, de uno de esos perfiles náuticos varias veces contemplados surcando las aguas que bañan la urbe asturiana, y que han contribuido a forjar su reputación como atractiva escala para decenas de cruceros cada año. En otras palabras… El ‘Borealis’ es un viejo conocido para los gijoneses. Y este martes el veterano crucero, botado en 1997 y que, desde 2020, engrosa la flota de la naviera noruega Fred. Olsen Cruise Lines, regresará a los muelles de El Musel a primera hora de la mañana. A partir de ahí, y durante buena parte de la jornada, sus 1.404 pasajeros, asistidos por casi 600 tripulantes, tendrán margen para gozar de los encantos de Gijón, antes de que, a media tarde, su dotación suelte amarras y ponga proa a La Coruña, su última escala antes de regresar al puerto británico de Southampton.
Con casi tres décadas de servicio ininterrumpido sobre sus cuadernas, el ‘Borealis’ es uno de los ‘hijos’ de los prestigosos astilleros italianos Fincantieri, y durante veintidós años fue la niña de los ojos de la empresa estadounidense Holland America Line, que lo bautizó SS ‘Rotterdam». De hecho, no fue hasta 2020 cuando, con su traspaso a Fred. Olsen, adquirió su nombre actual; desde entonces, y tras una puesta a punto a conciencia en los astilleros Damen, en la holandesa Schiedam, el ‘Borealis’ sigue surcando las aguas, ofreciendo servicios eminentemente europeos y con España como una de sus áreas de navegación predilectas. Pese a enarbolar pabellón de Bahamas, su puerto base es Liverpool.