«Pretendemos seguir otros 135 años más al servicio de madrileños y visitantes», afirman desde el histórico local
La periodista Beatriz Cortázar daba ayer en Es Radio la noticia de que Íñigo Onieva, prometido de Tamara Falcó, sería el responsable de «poner de moda» el Café Gijón de Madrid como «socio no mayoritario». Asimismo y según Cortázar, «un grupo de inversores ha cogido el local histórico, maravilloso, un clásico de tertulias, y lo ha rescatado de la quiebra».
Pues bien, esta tarde, el propio Café Gijón ha emitido un comunicado desmintiendo las declaraciones de la periodista: «Manifestar que es absolutamente falso que el Café Gijón se haya vendido a nadie y es del todo infundado, falso y totalmente malintencionado que nos encontremos en situación concursal o quiebra».
«Seguimos trabajando para nuestros clientes y amigos con la misma ilusión que heredamos de nuestros predecesores -afirman- y ahí pretendemos seguir otros 135 años más al servicio de madrileños y visitantes».
Actualmente, los hijos de Gregorio ‘Goyo’ Escamilla son los responsables del establecimiento, un histórico local que lleva desde 1888 siendo embajador del nombre de la ciudad en Madrid. El café, situado en el céntrico paseo de Recoletos, 21, debe su historia a su fundador, el gijonés Gumersindo García. Por sus sillas pasaron personajes tan ilustres como Federico García Lorca, Emilia Pardo Bazán, Gerardo Diego, Benito Pérez Galdós o Valle Inclán.