«De los carbones del buque nadie tiene muestras porque nadie las recogió cuando se hundió en su día»

Rigurosa, metódica al tiempo que apasionada. Más de 35 años como investigadora del carbón, su naturaleza, variedades, propiedades químicas. Dirige el laboratorio petrolífico de Instituto Nacional del Carbono perteneciente al CSIC y es la autora del informe que desmontó la teoría que atribuía al hundimiento del Castillo de Salas la procedencia del carbón en las arenas de la bahía de San Lorenzo. Al contrainforme de Gea, consultora contratada por la Autoridad Portuaria para desmentir su estudio y atribuir al buque las manchas recurrentes en la playa, le siguió otro de Isabel Suárez Ruiz que, desde parámetros científicos y tecnológicos eliminaba cualquier duda sobre el origen contaminante de los arenales, no solo de San Lorenzo sino también de Poniente y de El Arbeyal. Hace unos días, la Autoridad Portuaria restaba importancia a la presentación que la Directora hacía junto al edil Aurelio Martín en el Ayuntamiento de Gijón.
-¿Tiene algo que alegar a las reacciones de la Autoridad Portuaria tras la presentación del informe que nieva validez científica al que argumenta que el origen del carbon en la bahía de San Lorenzo procede del Castillo de Salas?
-Ellos tienen todo el derecho del mundo a reaccionar al informe que hemos elaborado. Es lo que hay.
-Su informe es la aplicación del método deductivo a partir de la comparación entre la naturaleza del carbón procedente del Casillo de Salas y los carbones que yacen en el lecho de la bahía.
-En diciembre del año pasado hicimos y presentamos un estudio muy exhaustivo, detallado y minucioso, con la experiencia que nos caracteriza. Yo tengo más de 35 años de experiencia en el estudio petrolífico del carbón y el laboratorio de petrografía comenzó a funcionar en 1949 desarrollando estudios que ahora dirijo yo. Siguiendo toda la normativa existente de análisis, con recogida y procesamiento de muestras, nosotros hicimos un estudio del carbón del arenal. Para saber si la fuente de ese carbón procedía del Castillo de Salas o de otras fuentes, necesitábamos conocer los carbones del Castillo de Salas. Ahí estaba el quid de la cuestión.
-Pero la dificultad consistía en que nadie tenía muestras recogidas del carbón acumulado en las bodegas del Castillo de Salas.
-Efectivamente. De los carbones del Castillo de Salas nadie tiene muestras porque nadie las recogió cuando se hundió en su día. Lo que hay en el fondo de la bahía es una mezcla de lo que traía el Castillo de Salas, más todo el carbón que se arrojó desde la central de graneles posterior al hundimiento, más todo el carbón que se arrojó desde que comenzó a operar, a principios del siglo pasado, El Musel, en 1907.
-Un ejemplo muy plástico de lo que hay en el fondo de El Musel lo ofreció usted el pasado jueves. Si se arrojan 100 gramos al algua en cada carga y descargada de cada tonelada…
-Al final habría caido al mar más de 27,000 toneladas de carbón.
-Deduzco entonces que el lecho del Cantábrico, entre el Musel y la playa, es una montonera de carbón.
-Pues entre otras cosas, sí.
-¿De donde procedían los datos sobre la naturaleza del carbón procedente del Castillo de Salas?
-El nudo gordiano consistia en encontrar la información que definía qué carbón traía el Castillo de Salas. Yo voy a la fuente. Si está firmado y tiene cuños mejor que mejor. Yo me decía que alguien tenía que saber qué traía ese barco. Supe que esos datos se guardaban en el Archivo Histórico de la antigua cárcel de Oviedo. Ese barco estuvo judicializado por los tribunales de Gijón. En la época del hundimiento hubo acusaciones de todos contra todos. En el Archivo me encontré del orden de 11 tomos de más de 10 centímetros de grosor cada uno, llenos de papeles. Yo me fui al archivo, gasté dos semanas mirando hoja por hoja estudiando los documentos donde encontré finalmente qué traía el Castillo de Salas. Fotografié los datos y ahí supe que sólo traía cuatro clases de carbones. 8 bodegas para Ensidesa y una para Industrias de Nalón. Una carga total de 100.000 toneladas. Había documentos de Ensidesa Madrid donde se decía a Ensidesa Gijón que el barco navegaría con tal tonelaje y tales carbones. Cuando una carga sale del puerto hay unos laboratorios que certifican previamente que en el barco se va a cargar en tal bodega tantas miles de toneladas de tal carbón con esas características. Esas características son análisis químicos y ensayos tecnológicos y todo eso está en el archivo histórico que tengo fotografiado.
-Una vez conocida la naturaleza química del carbón que transportaba el buque, ¿cómo inicia usted la comparación con la naturaleza química del resto de carbones que yacen en el lecho de la bahía?
-Una vez conocidas las características químicas de los carbones del Castillo de Salas, lo que hago es pasarlos a parámetros microscópicos para poder compararlos con las características de los carbones de la playa. Ese proceso está regulado por una serie de normas internacionales. Puedo pasar de características químicas a parámetros petrológicos de los mismos carbones. A partir de ahí, estos carbones del arenal pueden ser compatibles con los del Castillo de Salas, pero estos, que son la mayoría, no lo son. Por lo tanto, hay que buscar quien los arrojó por las circunstancia que sea, a la bahía.
-Se deduce entonces que por esos análisis que en la bahía hay de todo.
-Por la diversidad de los diferentes carbonos a la luz de cualquier análisis microscópico, la conclusión es que hay muchas más variedades que las procedentes por el buque, muchas que no tienen nada que ver con la carga de carbón del Castillo de Salas. Por ejemplo, las antracitas. Las antracitas nunca estuvieron en el Castillo de Salas. Otro tipo de materiales como el coque o el petróleo, tampoco venían. Quiero dejar claro que el Castillo de Salas fue una leyenda urbana.
Por Víctor Guillot
Yo lo único que se señora es que buceo desde crio y si tanto carbón hay de camino del Musel a la playa tendría que verse y debajo del agua no hay, tampoco acumulado entre las piedras de los pedreros sumergidos que hay en el camino y que hacen de sttoper a susodicho carbón, tendría que haber acumulado a montones y no hay ni una sola gota. Y por último, cuanto tiempo tardaría en llegar del Musel a la playa arrastrado por la mar algo que pesa tan poco?