La Asociación Vecinal del lugar, inmersa en la Semana del Pincho Asturiano, celebra estos días el certamen ‘El barrio del buen sabor’, al que se han sumado un total de nueve establecimientos hosteleros
Está demostrado: la cocina asturiana es tradición, ingredientes de siempre, a menudo cantidades pantagruélicas… Pero también, por qué no, innovación y fusión, y, por sacrílego que pueda parecer a algunos, raciones más pequeñas. ¿Por qué no en forma de tapa? Esa idea es la que estos días está sirviendo de motor a la Asociación Vecinal de El Coto, inmersa desde ayer en el certamen ‘El barrio del buen sabor’, integrado en la Semana del Pincho Asturiano y, por extensión, en la Semana Cultural de este 2024, dedicada al Principado. Así, hasta el 5 de mayo un total de nueve establecimientos hosteleros del barrio participan en la iniciativa, ofreciendo un pincho y una bebida por un precio único de 4,5 euros.
Hay en este despliegue elecciones para todos los gustos, tanto en términos culinarios como a efectos de nombre. Así, en Casa Mary se han decantado por una creación de contenido no desvelado, aunque bautizada con un muy sonoro ‘Cojonuda y cojonuda’, mientras que en la cafetería Papi y Mami han optado por un críptico ‘¿Cómo ye, ho?’, y en Café y Té Covadonga, por un mucho más clásico chorizo a la sidra. En la cafetería Clarín han visto la luz con su ‘Brocheta asturiana’, al tiempo que en El Café del Coto se decantan por unas ‘Fajitas cotoastures’, rivales directas de los ‘Tortinos del peccata’ que ofrece el negocio Peccata Minuta. Las cebollas son el ingrediente estrella en el bar Las Calas, rellenas de picadillo, y en La Flor de Gijón, igualmente rellenas, aunque de ingredientes no revelados. Finalmente, el colofón lo pone el bar Xerrón, con su prometedora ‘Tortilla de Llenín’.