La nave, con 251 pasajeros y 221 tripulantes a bordo, regresa a Gijón tras haber recalado en la ciudad en 2017 y 2017, y zarpará hacia el puerto francés de Quiberon a las cuatro de la tarde

En cuestión de horas el puerto de El Musel recibirá en sus instalaciones a otro titán de los mares. Alrededor de las seis de la mañana de este miércoles el crucero de lujo ‘Silver Wind’, propiedad de la naviera monegasca Silversea Cruises, recalará en el muelle Moliner del complejo gijonés, donde permanecerá hasta las cuatro de la tarde, momento en que volverá a hacerse a la mar, rumbo a la localidad francesa de Quiberon. Aunque breve, esa escala dará la oportunidad a los vecinos de reencontrarse con un viejo conocido; y es que el navío ya atracó en la ciudad en 2016 y 2017.
En esas horas los 251 pasajeros que viajan a bordo del crucero, atendidos por una dotación de 221 tripulantes, tendrán ocasión de visitar Gijón, Oviedo y Avilés, además de conocer los Lagos de Covadonga y la ruta de las Xanas. Un grupo folclórico recibirá al buque, y los cruceristas contarán con un puesto de información turística en el propio muelle, así como transporte en autobús al centro de la localidad, con parada en Fomentín; ambos servicios serán cortesía del Ayuntamiento.
Con 156 metros de eslora (longitud de proa a popa), 21 de manga (anchura de babor a estribor) y otros 4,5 metros de calado, el ‘Silver Wind’, gemelo del ‘Silver Cloud’, es un crucero relativamente pequeño, si bien destaca por sus prestaciones interiores. Fue puesto en grada en 1994 en el astillero italiano Visentini, ubicado en Porto Viro, y botado un año después. Si bien navega bajo bandera de Bahamas, desde 2022 pasado tiene como puerto base Punta Arenas, en la Patagonia chilena.