Donde antes había una sala de cine ahora hay un bingo, un hotel o un bloque de edificios. Y Gijón es la mejor prueba de ello. La ciudad tuvo un pasado de cine, con salas repartidas por toda la urbe, en las que siempre había que hacer cola y que se convirtieron en el plan favorito para los gijoneses de 1900. Por entonces, Gijón era una de las ciudades de todo el país con mayor número de salas de proyección. Y los 26 cines que convivían abiertos a finales de los 60 y principios de los 70 son un buen ejemplo. Pero de eso ya no queda nada o casi nada.
La primera proyección de cine en Gijón fue el 12 de agosto de 1896 en el antiguo Teatro Jovellanos, que actualmente es la Biblioteca pública y que también lleva el nombre del ilustrado gijonés. Y hubo que esperar hasta 1910 para que se abriera al público el primer edificio construido para albergar un cine, el Versalles, que más adelante cambiaría el nombre por Goya. Así lo recoge el libro ‘Cines, teatros y salones de variedades en Gijón (1896-2018)’ del geográfo urbanista Rafael Suárez-Muñiz.
Aquello fue solo el comienzo de un Gijón de cine, del que varias generaciones de gijoneses guardan infinidad de recuerdos. Sin embargo, el declive de estas pantallas grandes fue inevitable, y no pudieron resistir más allá de los 90. Hoy los Yelmo, además del autocine, son las únicas ofertas cinematográficas de un Gijón que estuvo a la cabeza del séptimo arte.
¿Qué fue de los cines de Gijón?
Cines Avenida:
Situado en la esquina de avenida de Álvarez Garaya y la calle de Donato Argüelles, se inauguró en 1935 y tenía capacidad para 700 personas. El edificio, diseñado por el arquitecto Manuel del Busto, fue derribado en 1970, año en el que el cine cerró sus puertas.
Cine Brisamar:
Estuvo abierta entre 1965 y 1981. No proyectaba grandes éxitos comerciales, sino cine de arte y ensayo y además en versión original con subtítulos. Tenía unas 450 butacas y estaba ubicado en Cimadevilla. Hoy es un garaje.
Cine Goya:
Su precedente había sido el primer cine que abrió sus puertas en Gijón en 1910, el Versalles. El edificio se reconstruyó y el cine Goya inició su andadura en 1932, en el lugar que hoy ocupa el hotel Begoña. En su última etapa se pasó al cine S, una clasificación que lleva casi 40 décadas extinguida. Cerró sus puertas en 1981.
Cine Robledo:
El edificio, obra del arquitecto Manuel del Busto, se inauguró en 1917. Tenía 1.000 localidades repartidas en patio de butacas, entresuelo y sus dos anfiteatros, con palcos incluidos. Cerró sus puertas en 1991 y estaba ubicado en la calle Corrida.
Cine Hernán Cortes:
Estuvo abierto entre 1958 y 1994. La construcción del céntrico edificio, con cine, sala de fiestas, despachos, viviendas, hotel y bajos comerciales, fue un hito arquitectónico en Gijón. El cine tenía unas 1.400 localidades y había cerrado por primera vez en 1985, para reabrir de nuevo en 1990. Tras su cierre definitivo, acabó convirtiéndose en el actual Casino de Asturias.
Teatro Arango:
Estuvo abierto entre 1951 y 1999, y fue el último de los cines históricos que cerró sus puertas. Tenía unos 1.100 asientos repartidos en el patio de butacas, graderío y palcos. Acabó convirtiéndose primero en un centro de estética y después en una conocida cadena de comida rápida.
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Te olvidas (por lo menos) del cine Rivero de La Calzada y del cine Pumarín en el barrio del mismo nombre. En ellos disfrutamos de entrañables tardes de cine.
Y el del Natahoyo y aunque se llamara teatro en el Albeniz también ponían cine