El influencer gastronómico ha puesto por las nubes el menú de este restaurante, especializado en cocina tradicional y que apuesta claramente por los productos del mar como espina dorsal de sus propuestas
El diez. El cien por cien. La matrícula de honor. El número que convierte a uno en el alumno más aventajado de la clase. Vamos, esa valoración con la que todo hijo de vecino ha soñado alguna que otra vez en su vida, en un terreno o en otro. Pues bien, cierto restaurante ubicado en Gijón acaba de llevarse, por todo lo alto, uno de esos dieces… De manos, además, del conocido influencer gastronómico avilesino July. Efectivamente, este establecimiento, situado cerca de la frontera meridional del barrio de La Calzada y especializado en cocina tradicional asturiana, ha hecho las delicias del personaje en cuestión y de su acompañante femenina, tanto por la calidad y cantidad de los platos que componen el menú, como por los tiempos de servicio y por la atención recibida. Y el afortunado y meritorio establecimiento no es otro que La Vita, una de las posibles paradas culinarias en la calle Agustín Argüelles.
«Hoy hemos descubierto oro«, sentenciaba July a la salida del establecimiento, después de haberse metido entre pecho y espalda un menú del día consistente, para empezar, en una sopa de marisco… A degustar tras haber dejado el personal sobre la mesa una perola de dimensiones capaces de desconcertar al curtido influencer. «Mirad lo que viene aquí, ¿eh?», comenta en el vídeo, visiblemente entusiasmado, antes de concluir que estaba «muy buena»; tanto, que se sirvió tres platos de ella. Claro, que el segundo, consistente en bonito con patatas, no desmereció en la comparación… Como tampoco el postre, una porción de tarta de queso fría con mermelada y arándanos. Y todo ello, incluyendo el plato de carta pedido por su compañera, por 28,50 euros; catorce de ellos, del menú.
Ya en el exterior, ambos cantaban las bondades de un negocio que, ya desde el principio, prometía, al tener «cola para entrar a comer», y contar con una clientela integrada, fundamentalmente, por «familias y obreros«, algo que para July «es buena señal». Eso, por no hablar de un trato «espectacular, a pesar de estar petado de peña«, y una agilidad del servicio que hizo coincidir los platos del menú con los de carta. Lo curioso, concluye July en el vídeo, es que «ni la gente de aquí me lo recomendó«, y termina animando a que le den a conocer más negocios hosteleros en La Calzada.