La inauguración marca un nuevo capítulo en la expansión de la firma, que crece manteniendo su esencia

La empresaria Mónica Blanco, conocida por su trayectoria al frente de EquipAvilés, ha dado un paso decisivo en su evolución profesional con la apertura de “Mónica Blanco – Casa, calma, carácter”, un nuevo espacio dedicado al diseño del hogar. Tras más de diez años liderando una empresa referente en el equipamiento de espacios profesionales, Blanco amplía ahora su visión hacia un ámbito más íntimo y emocional, pero complementario a su actividad principal. Ambas marcas convivirán reforzándose mutuamente gracias a la unión entre técnica, estética y sensibilidad empresarial.
El nuevo espacio, ubicado en la calle Casimiro Velasco 20 (esquina con San Bernardo), nace con el propósito de crear hogares con alma, donde la funcionalidad y el bienestar conviven con la emoción, la cultura y la autenticidad. Según explica la propia empresaria, este proyecto representa una expansión natural de EquipAvilés hacia el ámbito doméstico, manteniendo intacta su esencia: diseñar espacios capaces de inspirar y mejorar la vida de las personas.
La inauguración de este miércoles contó con la presencia de figuras destacadas del diseño internacional. Entre ellas, la reconocida arquitecta e interiorista Teresa Sapey, con más de tres décadas de trayectoria en España y una carrera marcada por proyectos de gran singularidad, creatividad y proyección global. Junto a ella participó Marisa Santamaría, investigadora y comisaria especializada en tendencias del diseño contemporáneo, además de asesora en eventos internacionales como Maison & Objet Paris.
El encuentro también reunió a Soledat Berbegal, consejera de ACTIU —firma española líder en mobiliario y estrecha colaboradora de EquipAvilés—, incluida por Forbes entre las 100 personas más creativas del mundo de los negocios, y a Giorgiana Grecea, representante de la prestigiosa marca italiana Miniforms, que tendrá distribución exclusiva en Asturias a través del nuevo espacio.
Tras la inauguración, las invitadas protagonizaron una charla-coloquio en el café Dindurra, a la que asistieron más de 80 personas. El arte también tuvo un papel destacado gracias a la artista Elena Rato, cuyas obras permanecerán expuestas en el espacio hasta final de año como símbolo de la unión entre estética y emoción.