A pesar de todo ello la ciudad de Gijón y los gijoneses seguimos levantándonos todas las mañanas con el deseo de ser felices y luchar por nuestros sueños, en un escenario cada vez más complicado
28 de mayo de 2023, Floro y el PSOE ganan las elecciones municipales en Gijón y sin embargo, una vez liquidado el centro político, Carmen Moriyón consigue encaramarse a la alcaldía de Gijón con el apoyo de la extrema derecha de VOX. Tenemos nueva corporación y un nuevo gobierno municipal. No es difícil conciliar las necesarias simpatías como para iniciar el mandato con suficiente apoyo popular y animo imprescindible, después de una alcaldesa que vivió su mandato entregada a sus propios fantasmas y de paso a Don Aurelio y algún otro visionario de la extrema izquierda.
La consecuencia de ello fue que no hubo charco que no pisara y en algunos chapoteara alegremente Ana González. No se pueden dar toros en Gijón, ningún miembro de la corporación municipal en su cargo, como persona privada si podría supongo, puede aparecer en ningún acto tradicional o no, con la más mínima connotación religiosa. Si tienes un coche sin etiqueta ECO compra una bicicleta y si lo tienes comparte tu espacio en un galimatías de patinetes, bicis, camiones, furgonetas de reparto, autobuses, motos, motocicletas y peatones, ahora bien: tú serás el malo.
Las fiestas locales y conciertos en general a menos y más olvidados que nunca. Vamos que Doña Carmen lo tiene fácil para ser popular. Ahora bien, este discurso olvida cuestiones estratégicas de primer orden para Gijón y para Asturias. Sobre el plan de vías y la estación intermodal Carmen y Ana se dedicaron a tirarse la pelota una a otra y seguimos como hace 20 años. El metrotren no puede ser utilizado como espacio de desahogo para necesidades puntuales y urgentes, puede ser una DANA sin más, porque al parecer está en condiciones de ser puesto en uso, en el uso para el que se construyó y entonces ¿qué se está esperando para verlo ya?.
La ultima bofetada en esta idea es el retraso sine die del vial /variante de Jove por el que esperamos los gijoneses desde hace 37 años. Mientras tanto, seguimos dándole vueltas a los terrenos liberados de Naval Gijón. También nos dicen ahora que no hay ninguna estación ferroviaria en las capitales asturianas preparada para recibir el AVE en condiciones. La de Oviedo hablan de que sería mejor derribarla entera.
A pesar de todo ello la ciudad de Gijón y los gijoneses seguimos levantándonos todas las mañanas con el deseo de ser felices y luchar por nuestros sueños, en un escenario cada vez más complicado. Creo que si Carmen Moriyón, que se ha enfrentado a una clase política presuntamente corrupta y hasta el momento va ganando, quiere pasar a la historia de la ciudad, debería pensar en algo más en este momento que puede marcar su mandato. Más presencia institucional en actos civiles y/o religiosos, mejores fiestas y libertades que generan una evidente prosperidad por supuesto.
Ahora bien, el modelo de ayuntamientos abstencionistas es un modelo decimonónico. En pleno siglo XXI se pueden intentar, exigir y hacer muchas más cosas desde el Gobierno Municipal y dejar un legado de obra pública y de avances definitivos en comunicaciones e infraestructuras que realmente pasen a la historia de la ciudad, como las que nos permiten, al día de hoy, continuar saliendo en los mapas. Muy bien mejorar los conciertos y las fiestas, muy bien garantizar y ampliar el campo de las libertades y no podemos quedarnos ahí, pasemos a la historia. A lo grande.