La alcaldesa aprovecha su visita al nuevo Hogar de San José para recordar su compromiso de iniciar la urbanización de los terrenos en este mandato; «luego ya vendrán los inquilinos», concreta

Queda menos de una semana para que el próximo miércoles, en el Pleno ordinario de este mes de abril, el Gobierno de Gijón de luz verde a la modificación presupuestaria que haga posible comprar a la Autoridad Portuaria su parte de los terrenos de la antigua Naval Gijón. Y la proximidad de tan ansiado momento está llevando a Ayuntamiento y a particulares a empezar a vislumbrar el posible futuro de dicho lugar. No obstante, y con independencia de lo que allí ocurra finalmente, la alcaldesa de la ciudad, Carmen Moriyón, ha aprovechado su visita de esta mañana a la nueva sede de la Fundación Hogar de San José, ubicada en el Natahoyo, para hacer un llamamiento a la prudencia y al buen hacer. Y es que, como la regidora ha declarado, en última instancia «el éxito de Naval Gijón es que vaya todo ordenado«.
Moriyón ha asegurado que una de las máximas que remarca constantemente a su equipo es que todo siga esa estela de orden, «no con barullos, ni prometiendo cosas que no se puedan cumplir; no podemos pretender un bien si no llevamos todas las cosas muy ordenadamente». A mayores, ha explicado que ya se trabaja en el Plan Especial que hará posible la reurbanización de las parcelas, y que se lanzará el mismo día que se produzca la firma de la escritura de compra. «Luego ya vendrán los inquilinos», ha añadido la alcaldesa, sin evitar reiterar que el resultado será un espacio abierto para disfrute de la ciudadanía, con bajos donde pueda haber una clínica dental, un gimnasio o una cafetería, entre otros negocios, tal como se estipula en la ficha urbanística, además de ser permeable con el barrio del Natahoyo, y de contar con empresas de base tecnológica vinculadas a la economía del mar.
La rehabilitación de la capilla de San Esteban del Mar, un «hito» para el Natahoyo
Precisamente a dicha regeneración de la zona ha hecho referencia Moriyón al mencionar la rehabilitación de la capilla de San Esteban del Mar por parte del Club Rotario de Gijón, algo que, a su juicio, va a ser el «hito» que marque el inicio de ese renacer urbanístico. «Será un espacio singular abierto a la ciudad, que pasará a integrarse con el entorno», una vez se derribe su muro y sea urbanizado, ha detallado. Por su parte, el nuevo local del Hogar de San Andrés es para la regidora un ejemplo de acción social en el municipio. «Esto sí que es hacer barrio y hacer ciudad», ha resaltado, enfatizando lo «importantísimo» del compromiso social de la entidad.
También el director de la Fundación Hogar de San José, Rafa Piñera, ha tomado la palabra para indicar que el nuevo edificio responde a un proceso de cambio iniciado en 2015, cuando se apreció que los niños bajo su tutela necesitaban «una atención diferente, con un nuevo modelo educativo», que pasa del cuidado sin más a la protección y reparación del daño que sufren los menores, convirtiéndose el Hogar en un lugar «seguro y protector». En la actualidad la entidad da cobijo a 32 niños, veinticuatro de los cuales se hallan en el nuevo complejo. La estructura dispone de tres pisos de ocho plazas cada uno, más un piso complementario en el Polígono de Pumarín, con otras ocho localidades. Eso sí, por ahora no hay usos previstos para el antiguo edificio, que quedará completamente vacío a lo largo del mes de mayo.