«Firmó como profesional por los azules con una ficha de 1500 pesetas. Y de ahí pasó al Sporting y ocasionó el primer conflicto entre ambos clubes»

El Sporting aparece en las crónicas periodísticas ya desde el 18 de agosto de 1907, la primera vez que un encuentro del equipo rojiblanco es aludido en prensa. Fue un partido celebrado precisamente en Oviedo frente al Club Sport Ovetense que concluyó con empate a un tanto. La alineación sportinguista estuvo formada por: Anselmo López, Óscar Muñiz, Manuel Muñiz, Constantino Palacio, Conrado Pineda, Félix Alonso, Ramón Muñiz, Loyola Pineda, José Morilla, Cesáreo Cadavieco y Laureano Antuña. Desde entonces la rivalidad del Sporting con los distintos equipos de la capital del Principado estuvo siempre latente, si bien es cierto que mucho menor que la existente hoy en día con el conjunto azul. Y es que el propio nacimiento del Real Oviedo es consecuencia de esa rivalidad. El equipo carbayón surgió en 1926 con la fusión de los clubes Real Club Deportivo Oviedo y Real Stadium Club Ovetense, con el fin de poder hacer frente a un Sporting que había logrado nueve de los diez trofeos de la máxima categoría del Campeonato Regional de Asturias disputados hasta esa fecha.
De todas formas el primer conflicto surgido entre los dos principales clubes de fútbol asturianos fue el fichaje del futbolista avilesino Abdón García Martínez. Abdón comenzó a jugar al fútbol en la calle, como tantos críos de la época, arrastrado al deporte del balompié por sus hermanos mayores y de allí fue animado por un aficionado del Stadium Avilesino para que fuera a probar por su equipo. Lo hizo y consiguió firmar por el club decano del fútbol asturiano cuando solo contaba con diecisiete años. Hijo de cubano y española y criado en una familia humilde y numerosa (eran once hermanos) tuvo doble nacionalidad hasta que con la mayoría de edad renunció a la del país caribeño. Después de tres temporadas, nada más crearse el Real Oviedo, firmó como profesional por los azules con una ficha de 1500 pesetas. Y de ahí pasó al Sporting y ocasionó el primer conflicto entre ambos clubes. El futbolista avilesino tenía un compromiso verbal para renovar por el Oviedo, pero prefirió cambiar de aires y fichar por el club gijonés que le ofrecía casi duplicar lo que ganaba en el conjunto azul. El club carbayón se sintió engañado y consideró una traición su cambio de aires, más aún, cuando ese mismo año el Oviedo había disputado un encuentro amistoso contra el Stadium Avilesino para recaudar fondos con los que ayudar a los padres del futbolista, que habían perdido su casa y la mayoría de sus bienes en un incendio. Y, tras firmar su nuevo contrato, la entidad azul denunció al club gijonés ante la federación, pero ésta dio la razón a los rojiblancos y obligó a los azules a pagar una indemnización al Sporting de 7000 pesetas por el tiempo en el que el avilesino no se había podido alinear con los gijoneses. Abdón fue rojiblanco únicamente una temporada, la 1930-31, disputando 24 partidos y consiguiendo 9 tantos, luego ficharía por el Valencia con quien llegaría a jugar la final de la Copa de 1934, perdiendo contra el Real Madrid por 2 goles a 1. Tras su etapa valencianista, jugó un año en el Atlético de Madrid. Allí, le cogió la guerra en la que participó de forma activa como oficial del ejército republicano, lo que le acarreó prisión al término de la misma, que sufrió en Galicia. Una vez quedó libre, ya mayor, aún disputó sus últimos años de fútbol en el Club de Fútbol Santiago. Casado con una mujer de Padrón, se estableció en Madrid por razones laborales y fue la ciudad donde residió hasta su fallecimiento.