Las tres cofradías y hermandades de la ciudad cuentan con presencia de jóvenes en sus filas, un par de decenas, a lo que hay que sumar la Cofradía del Niño del Remedio; «nos toca tomar el relevo», es consciente Miguel Fernández-Peña, coordinador de Juventud Cofrade junto con Elena Martín

«Somos el futuro». Es algo que tiene muy claro Miguel Fernández-Peña, joven de 17 años de la Ilustre Hermandad de la Santa Misericordia, a la que se integró en 2017, y que desde 2023 coordina, junto a Elena Martín, Jóvenes Cofrades, colectivo que aglutina a los miembros de más corta edad de las tres hermandades y cofradías de Gijón. No pretende conformarse como asociación, pero sí ser una herramienta para «unificar a los jóvenes y niños de todas las cofradías de Gijón; para unir fuerzas y hacer actividades. Y para dar voz, mostrar que no son sólo gente adulta las que forman las cofradías, sino también que los niños y los jóvenes formamos parte de la Semana Santa».
«Alrededor de 20 o 25 personas» participan en Jóvenes Cofrades, apunta Martín, de 18 años y de la Ilustre Hermandad de la Santa Vera Cruz desde 2015. Activos en redes sociales, celebran diferentes actividades, destacando el primer Campus Cofrade en la Quinta San Eutiquio, en la que participaron también miembros de la Cofradía del Niño del Remedio, formada por niños y niñas de catequesis de la parroquia de San Pedro, y creada en 2017, que salen en procesión el Domingo de Ramos y el Domingo de Resurrección. «Fue una idea del párroco de San Pedro, don Javier, para involucrar a los niños de la parroquia en las procesiones y dar la oportunidad de portar al Niño del Remedio el Domingo de Resurrección. Es plantar la semilla entre los más pequeños de las parroquias y de las catequesis del sentimiento cofrade que hay en Gijón. El único requisito es pertenecer a una parroquia y estar en catequesis», explica Fernández-Peña, coordinador también de la misma, que cifra en «40 niños» sus integrantes.

Su compromiso con la Semana Santa «fue por decisión propia». «Mi familia siempre tenía tradición de ir a Castilla y León para disfrutar a la Semana Santa y me entró el gusanillo de por qué no probar aquí. Me planté en casa un Domingo de Ramos diciendo que quería salir en Semana Santa y el Martes Santo ya estaba procesionando», recuerda. En el caso de Martín, «mi familia me lo lleva inculcando de pequeña. Es una cosa que va de generación en generación, y es algo muy bonito de seguir. Los primeros años sí que no era muy consciente, porque era pequeña, pero ahora todo el año estoy esperando a esta semana», explica.
Poco a poco, cuando llega esa consciencia, «te vas involucrando más y quieres poner tu grano de arena para hacer que crezca esto; dar voz a los jóvenes, que somos el futuro», añade Fernández-Peña. «Termina la Semana Santa el Domingo de Resurrección y el Lunes de Pascua ya empezamos con preparativos para el año siguiente», completa Martín.
Valoran ambos que «nos ven como bichos raros, pero no somos bichos raros». «Somos gente que hace vida normal, deporte, que jugamos. Sabemos divertirnos. Cofradía es compartir con todos la vivencia que tienes, la misma pasión», apunta él, mientras que ella destaca sobre su experiencia que «no se puede explicar, es algo tan especial… Hasta que no lo vives de verdad… Hay que ponerse en la piel para saber de lo que estamos hablando».

Por eso, animan a otros jóvenes a juntarse, a vivir su propia experiencia, ya sea acudiendo a las cofradías, preguntando en las parroquias o contactando con Jóvenes Cofrades por redes sociales. «Estamos de aniversario, el 30 de la recuperación de la Semana Santa en Gijón, y hay que recordar que la gente que empezó a formar de nuevo las cofradías y salir a las calles fueron gente joven. Esa gente joven va haciéndose mayor y ahora nos toca tomar el relevo. Somos pocos de cierta manera, pero vamos aumentando poco a poco, que es lo que importa», expresa Fernández-Peña, mientras que Martín confirma que «este año se están apuntando bastante jóvenes y pretendemos que se sumen a la Juventud Cofrade».
Ella tuvo el honor de ser la primera pregonera infantil de la Semana Santa, acto que se inició el año pasado «para dar nuestra voz a los más jóvenes, expresar el sentimiento que genera estar en una cofradía y el salir a la calle al encuentro de todo Gijón», dice Fernández-Peña, relevo que tomó este 2025 Leire Mallo, de 12 años de la Cofradía del Santo Niño del Remedio. El preludio a una Semana Santa, ya en marcha, que estos jóvenes viven de una manera muy especial.