El palacio que la suegra de la expresidenta madrileña, Beatriz Valdés y Ozores, tenía en Pravia lleva cuatro años sin venderse, pese a sucesivas rebajas en el precio, de los 980.000 euros iniciales a los actuales 799.000

Nadie duda de que, durante los nueve años que pasó al frente de la Comunidad de Madrid, por no hablar de sus periodos como jurista, en el Senado y liderando el Partido Popular madrileño, Esperanza Aguirre se curtió en la resolución de problemas de toda índole. Sin embargo, esa capacidad no parece estar resultando demasiado útil, ni a ella ni a los suyos, para resolver el atolladero inmobiliario en el que se encuentran desde 2020… Y que tiene sabor asturiano. Cuatro años después de ser puesto a la venta, la Casona de la Marquesa de Casa Valdés, el palacio que la suegra de Aguirre, Beatriz Valdés y Ozores, poseyera en Pravia hasta su fallecimiento en 2019, sigue sin comprador.
De nada han servido hasta la fecha las sucesivas rebajas aplicada sobre un precio que, en sus mejores tiempos, llegó a alcanzar los 980.000 euros, y que ahora se sitúa en unos más ‘humildes’ 799.000. Un precio justificado no sólo por el valor histórico del inmueble, sino también por su emplazamiento, a sólo quince minutos de Avilés, y por la amplitud de sus estancias. No en vano el complejo, de estilo palaciego, suma 690 metros cuadrados repartidos en tres plantas, sobre una parcela de otros 1.780 metros cuadrados, y con casi cuarenta habitaciones, de las que once son dormitorios. Nueve baños, cinco salones, dos cocinas y un comedor completan la distribución, aderezada por dos patios interiores, dos caballerizas, una torre, capilla, mirador y garaje. Todo un capricho.
La propia Aguirre y su marido, Fernando Ramírez de Haro y Valdés, residieron en el inmueble en varios periodos, aprovechando las pausas de la temporada veraniega. No obstante, en la actualidad la pareja reside en otro palacete, éste emplazado en el madrileño barrio de Malasaña, también propiedad de Ramírez de Haro. Y, por si no fuese suficiente, en Guadalajara poseen la finca ‘Piedras Menara’, donde Beatriz Valdés y Ozores se halla enterrada.