«Dar a conocer el fútbol fue una de sus facetas, organizando ‘festivales del sport’ en el que combinaban la práctica del nuevo deporte con juegos ajenos a éste (…) Nota llamativa fue un encuentro en la plaza de toros de Gijón, disputado en los primeros momentos de vida de la entidad»

La principal voluntad del club gijonés era el fomento del deporte, entendiéndolo como lo que es: un fenómeno cultural amplio y potente. Así lo vinieron demostrando en múltiples facetas. Dar a conocer el fútbol fue una de ellas, organizando ‘festivales del sport’ en el que combinaban la práctica del nuevo deporte con juegos ajenos a éste. Como nota llamativa fue la disputada de un encuentro en la plaza de toros de Gijón, jugado en los primeros momentos de vida de la entidad.
El 1 de septiembre de 1903 dos equipos del Gijón Sport Club se enfrentaron entre sí para dar a conocer el fútbol a los gijoneses. Y su labor continuó en esta línea en sus tres primeros años de existencia. Además, el peso de la sección de declamación, con la representación de distintas obras en los teatros Jovellanos y Dindurra, fue muy importante como activo de la vida cultural de la ciudad en esos primeros años del siglo pasado. Fueron numerosas las obras representadas por los jóvenes del club, al menos: ‘Barro y cristal’, ‘Una limosna por Dios’, ‘La zahorí’, ‘Los africanistas’, ‘Las playas de Egipto’, ‘La tempestad’ (obra cantada por el barítono gijonés Servando Bango) y ‘Una tarde de sport’ (con la participación del tenor José Ortiz). Certámenes musicales, exposiciones de pintura, excursiones en bicicleta y, por supuesto, partidos de fútbol (buena parte de ellos, de corte benéfico) completaban la nutrida actividad de la entidad. La importancia del club era tan evidente que un representante de la entidad deportiva, Carlos Cienfuegos-Jovellanos y Bernaldo de Quirós, fue recibido por el obispo de Oviedo en la visita oficial que realizó a Gijón el 20 de mayo de 1905.
El Comercio, en fecha 11 de enero de 1905, hace referencia a esta variada actividad del club gijonés, y dice «Anoche volvieron a presentarse en el coliseo municipal, ante un numeroso y distinguido público, los jóvenes de Gijón Sport-Club, los cuales lo mismo ganan un partido de football que salen airosos con la declamación, en el canto y hasta en la pintura».
En el año 1906, el club parecía haber dado un definitivo paso hacia adelante. Luis Menéndez Pazos pasó a ser el nuevo presidente, y se estrenó una nueva sede en el número 3 de la calle Covadonga. Un bajo con salón de actos, sala de billar, vestuarios y jardín donde, además, se podía practicar esgrima y ajedrez. Duró poco. Seguramente provocado por desavenencias entre los socios, la entidad firmó su disolución en la Junta de Socios celebrada el 24 de junio de 1906. Algunos de sus miembros fundaron una nueva entidad, el Gijón Foot-Ball Club (su primer partido lo disputó el 7 de enero de 1907, enfrentándose al Inmaculada), y otros tuvieron que esperar a que el Gijón Sport Club resucitara después de cuatro años. Fue el 18 de octubre de 1910, y todo volvía al punto en el que se había dejado: actividad cultural, presencia del ciclismo (incluso, con la colaboración en la Vuelta a Asturias de 1910) y el fútbol como principal motor de la sociedad deportiva.
Pero esa ya es otra historia…