Rufus Blad, sueco residente en Gijón desde hace 7 años, se hizo con el I Aeropress Invitational World Championship, que reunió a los mejores baristas del mundo procedentes de 11 países distintos: «Un buen café tiene que estar dulce y ácido a la vez, no amargo»
Hasta los mejores baristas del mundo saben que elegir un tipo de café como el mejor va en gustos y en momentos. Siempre habrá un tipo de café para cada contexto: si ese café tiene que ser el acompañante perfecto a unas galletas, quizá un flat white sea buena opción, pero si lo que buscas son matices y mucho aroma, entonces tiene que ser un expreso. Lo que sí puntualiza Rufus Blad, ganador del Campeonato Mundial de Aeorpress 2024 en la categoría de ‘Invitación‘, es que un café elaborado como Dios manda, sea cual sea su composición después, «tiene que estar dulce y ácido a la vez, no amargo». Lo dice alguien que sabe de lo que habla, que lleva buena parte de su vida intentando descifrar las claves de esta bebida desde Gijón, y que el pasado 20 de septiembre trajo a casa el premio que le ha llevado a lo más alto en la elaboración de café en Aeropress, una técnica poco conocida por el público mayoritario pero muy apreciada entre los maestros cafeteros como él, ya que «pese a ser suave en intensidad, recoge muchos sabores y aromas».
El barista sueco y vecino de Pumarín desde hace 7 años, participó en el Mundial de Aeropress que se celebró este año en Lisboa. En su caso, participaba en una categoría llamada ‘Invitational Champion’, que premiaba al ganador con convertirse en uno de los jueces que decidiría al campeón del mundo de forma oficial. Competía con otras 17 personas de 11 países distintos, entre ellos, algunos campeones del mundo en otras categorías de cafés filtrados y ganadores en otras competiciones de baristas, por eso la sorpresa fue mayúscula. Se trata de la primera vez que un barista representando a España gana un campeonato de cafés filtrados a nivel internacional. «Era un gran reto para mí, no me lo esperaba para nada», confiesa. Unos nervios y expectativas que Blad ha aprendido a mantener a raya en otros de los muchos concursos a los que se ha presentado a lo largo de su carrera, ya que Lisboa no era la primera: este gijonés adoptivo ha sido Campeón Nacional de Aeropress en 2021 y fue nombrado Barista Pro de España en 2023.
Blad llegó a Asturias por amor y por casualidad, aunque ya llevaba consigo una cafetera en la maleta. Conoció a su mujer en Estocolmo, ecuatoriana afincada en Gijón, y desde entonces él convirtió Asturias en su casa sin pensárselo dos veces, aunque los comienzos hayan sido difíciles por el «gran choque cultural» y la barrera de un idioma totalmente desconocido para el barista. Actualmente ha formado una familia junto a su mujer y su hijo y sigue desarrollando su carrera profesional en torno a la bebida del café. Trabaja en la cafetería de una entidad financiera en Oviedo con la misma ilusión que hace 10 años le hizo interesarse por conocer los secretos detrás del aroma y el sabor de esta infusión. Fue gracias a un amigo en su Suecia natal, que un buen día le invitó a probar un café de Etiopía, de origen único y de una calidad especial. Hasta entonces, Rufus era «la típica persona que solo tomaba café con leche y azúcar sencilito», pero aquel café solo le fascinó. «Me cambió la perspectiva de lo que es un buen café y por qué se toma y empecé a investigar por mi cuenta, ir a cafeterías, probar distintas variedades y a formarme como barista».
Confiesa que ahora mismo le alegra mucho que el creciente interés que vio que hace años despertaba en su país por el café de especialidad y la búsqueda de una mayor calidad esté llegando ahora a España y a Gijón. Y lo más importante: ¿Adónde va un experto cuando se quiere tomar un buen café? Pues, si hablamos de cafeterías de especialidad, tiene que ser «Primero Café o Catlove, por ejemplo», pero si vamos a algo más convencional, «la Casa del Café o el Mepiachi están bien». Y hablando de su barrio, en Latte Caffe, ubicado en la esquina de avenida Schulz con Juan Alvargonzález, «trabajan muy bien». Pero como recuerda de nuevo este campeón, pese a toda los premios y experticia, con el café siempre va todo «en función de gustos».