El documento, enmarcado en la primera fase, contempla la actuación sobre cinco parcelas de 55.000 metros cuadrados conjuntos, con 17.800 metros cuadrados de edificabilidad y otros 32.000 que se destinarán a ‘zonas verdes’
La ‘Milla del Conocimiento’ tendrá su ampliación. Es ya un hecho. Confirmado. Porque el Gobierno de Gijón anunciaba este martes la aprobación definitiva del plan para la que será, una vez iniciada las obras, la primera fase de la ampliación del Parque Científico Tecnológico del Principado. De dar la buena nueva se encargaba la alcaldesa de la ciudad, Carmen Moriyón; no obstante, su materialización definitiva no se producirá hasta que, en los próximos días, tenga lugar su publicación en el Boletín Oficial del Principado (BOPA).
Tal como la regidora detallaba ayer, la previsión actual es que las obras empiecen en enero del próximo año, con un plazo de ejecución de ocho meses. En ese tiempo se actuará sobre un total de cinco parcelas, que suman una superficie conjunta de 55.000 metros cuadrados. De ellos, 17.800 metros cuadrados están abiertos a su edificabilidad, mientras que otros 31.000 se destinarán a ‘zonas verdes’. Todo ello, por un importe que, en la actualidad, ha sido fijado en 7,6 millones de euros, de los que 5,2 millones sufragarán la obra pública, y los 2,3 millones restantes, la construcción del saneamiento por parte de la EMA.
Si bien será la actividad científica y tecnológica la que ocupará el grueso del espacio, Moriyón ha incidido en que también habrá áreas catalogadas como dotacional privado, y otras, como de usos compatibles. Y la maquinaria ya está en marcha; la intención del Consistorio es que las primeras confirmaciones de ocupación de parcelas lleguen «antes de Navidad», si bien, por ahora, ya hay una entidad interesada: la Universidad Europea. Por su parte, el Ejecutivo gijonés expedirá por escrito la garantía de que las labores de urbanización estarán completadas en tiempo y forma.
Finaliza así un largo proceso burocrático estancado durante más de un año, y que pudo ser desbloqueado el 5 de noviembre del año pasado, mediante una reformulación de las bases del proyecto. Hasta aquel momento la primera fase incluía una parcela propiedad de la Universidad de Oviedo; los trámites administrativos contemplados para su adquisición demostraron ser demasiado complejos, por lo que se optó, dicho coloquialmente, por dar una vuelta a esa idea inicial y buscar fórmulas alternativas. No en vano, «lo que se está pidiendo al Ayuntamiento para invertir en Gijón es rapidez; así lo hicimos con el hospital Quirón, y las inversiones no esperan…». El resultado, a juicio de Moriyón, será «un parque innovador, del siglo XXI».