Los socialistas afean que el actual Gobierno «sea el primero desde la llegada de la democracia en clausurar un museo público que pertenece a toda la ciudadanía», al tiempo que Javier Suárez Llana exige a la edil de Cultura que «dé explicaciones»

El comienzo del curso político en Gijón tras las vacaciones estivales se está produciendo con la intensidad que cabría esperarle, a tenor del clima dado en los meses pasados… Y una de las primeras ‘broncas’ de esta nueva etapa está girando en torno a todo un clásico de la ciudad: el edificio de Tabacalera, su pretendida conversión en una gran cámara cultural y, como daño colateral, el traslado a dicho espacio de toda la colección artística del Museo Nicanor Piñole. Este miércoles la concejala de Cultura, Montserrat López Moro, de Foro, anunciaba el inminente inicio de un «cierre indefinido» de ese último equipamiento, situado en el palacete que dio cobijo al desaparecido Asilo Pola, a fin de preparar en envío de sus fondos a Tabacalera una vez concluyan los trabajos de adecuación… Que, todo sea dicho, podrían prolongarse por espacio de varios años. Hasta tres, según algunas fuentes. Una decisión que, lógicamente, se topaba ayer jueves con la contestación tanto del Grupo Municipal Socialista, como de Izquierda Unida (IU), partidos ambos es los que es vista como un gesto tan lesivo como incomprensible.
El primero en pronunciarse al respecto fue el portavoz de IU, Javier Suárez Llana. El edil no ocultó su sorpresa ante una maniobra, el cierre del Piñole, que «en todo momento se vinculó al traslado de la colección al nuevo edificio; pero no hay nuevo edificio, y tampoco ninguna urgencia que motive el desalojo del Asilo Pola». Con tales cartas sobre el tapete, en IU no se explican «qué justifica que la obra de Piñole vaya a estar oculta en almacenes durante años». Eso, por no hablar de la «irresponsabilidad» que ven en que se haya anunciado el cierre del museo «sin haber analizado si la decisión cumple con las condiciones que regulan la donación de la colección al Ayuntamiento, ni haber reunido a la comisión constituida con ese fin». Y es que las consecuencias, alertó ayer Suárez Llana, podrían ir desde la dispersión de obras artísticas, hasta la orden de devolver algunas de aquellas cedidas por otras pinacotecas. «A ver si la Vía Gijonesa de la Cultura va a ser, en realidad, una vía hacia Oviedo, como sucedió ya con la Capitalidad Europea de la Cultura», aseveró el concejal, ante la posibilidad de que el legado de Piñole sea cedido al Consistorio ovetense si el de Gijón incumple las condiciones establecidas por la viuda del artista, Enriqueta Ceñal. De ahí que exigiese la comparecencia en Comisión de la titular del área, Montserrat López.
«Estamos asistiendo a un grave retroceso en la reconocida Red de Museos que desde los años 80 ha ido ampliando el patrimonio cultural gijonés»
Carmen Eva Pérez Ordieres, portavoz del Grupo Municipal del PSOE
Horas después de el portavoz de IU alzase la voz hacía lo propio su equivalente del PSOE, Carmen Eva Pérez Ordieres. Tan desconcertada como Suárez Llana por una pretensión, la del Gobierno local, «sin precedentes», la socialista enfatizó que los miembros del actual Gobierno gijonés «serán los primeros desde la llegada de la democracia en clausurar un museo público que pertenece a toda la ciudadanía», lo que constituye, a todas luces, «un grave retroceso en la reconocida Red de Museos que desde los años 80 ha ido ampliando el patrimonio cultural gijonés». Claro, que en el PSOE lo sucedido no ha sido tan sorprendente como pudiera pensarse… No en vano, recordó Ordieres, hacía años que su partido venía alertando de ello, «ante las vaguedades y la opacidad del Gobierno local», y a la vista de unas labores, las de la preparación de Tabacalera, que podrían dilatarse en el tiempo de forma notable. «¿Cuánto tiempo permanecerán las obras en un almacén?», cuestionó la concejala socialista.
Ordieres elevó ayer el asunto un escalón más, y puso el punto de mira en la superior de López Moro: la mismísima alcaldesa, Carmen Moriyón. Tirando con munición del rey, a la regidora la acusó de haber incurrido en un «triple incumplimiento: con las asociaciones de mujeres, a las que había prometido reubicar en el edificio Decano de Prendes Pando; con la viuda de Nicanor Piñole, que donó la obra con la condición de que fuera expuesta en un espacio monográfico; y con la ciudadanía, que asiste a un nuevo ejemplo de desmantelamiento de lo público». Porque, prosiguió la portavoz del PSOE, con el cierre del Piñole la ciudad no sólo pierde «un museo emblemático»; también «la oportunidad de dar uso cultural al edificio de los Antiguos Juzgados», que se suma al consumado «cierre del albergue juvenil de Cornellana». Por eso, por parte del Grupo Socialista, se registrará una iniciativa para exigir que se cumplan los compromisos adquiridos en su día entre el exalcalde Vicente Álvarez Areces y Enriqueta Ceñal, de modo que el museo no se desmantele hasta que finalicen las obras de la Tabacalera. «Este es el orden lógico y el respeto debido a lo público y a la cultura», concluyó Ordieres.