El de Oviedo, uno de los grandes poetas de la llamada Generación del 50, será homenajeado esta tarde, cuando escritores como Xuan Bello o Benjamín Prado recitarán sus poemas

El Instituto Cervantes celebra este viernes un homenaje al poeta asturiano Ángel González (Oviedo, 1925 – Madrid, 2008) en el marco del Día Mundial de la Poesía. El acto, programado para las 19 horas en su sede en Madrid, contará con la participación de destacadas personalidades del ámbito literario y cultural. El evento será inaugurado por el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, y contará con la intervención de la directora general del Libro y del Cómic, María José Gálvez, y la consejera de Cultura, Política Lingüística y Deporte del Gobierno de Asturias, Vanessa Gutiérrez. Además, acudirán Araceli Iravedra, de la Cátedra Ángel González, y los editores, escritores y periodistas Miguel Munárriz, Chus Visor, Benjamín Prado, José Luis García Martín, Ignacio Elguero, Xuan Bello y Rocío Acebal, quienes leerán poemas del autor.
El legado de Ángel González forma parte de la Caja de las Letras del Instituto Cervantes desde febrero de 2023. En esta se encuentran diversos libros, cartas, fotografías y objetos personales del poeta, que perteneciera a la Generación del 50. Su legado comparte espacio con el de otros escritores de su tiempo, como Jaime Gil de Biedma, José Agustín Goytisolo o Caballero Bonald. Nacido en Oviedo en 1925, Ángel González estudió Derecho, Periodismo y Magisterio. En 1956 publicó su primer libro, «Áspero mundo», que le valió un accésit del Premio Adonais. Posteriormente, consolidó su trayectoria con obras como «Sin esperanza, con convencimiento» (1961), «Tratado de urbanismo» (1967) o «Breves acotaciones para una biografía» (1971). Desde 1972, residió en Estados Unidos, donde fue profesor en la Universidad de Nuevo México.
A lo largo de su carrera, González recibió importantes reconocimientos, como el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1985 y el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana en 1996. En 1997 ingresó en la Real Academia Española, consolidando su figura como uno de los grandes poetas contemporáneos. Falleció en Madrid en 2008, dejando una obra que sigue siendo referente de la poesía en lengua española.