Dicho descenso se aleja de la tónica general del país, donde el dato apenas ha variado, pese a la bajada de precios de ciertos productos clave
El coste de la vida parece haber dado un respiro a los asturianos durante el último mes. Y es que, según datos facilitados hoy mismo por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en mayo de este año el Índice de Precios de Consumo (IPC) descendió en el Principado un 0,2% en comparación con abril. Se trata, empero, de una salida de la tónica habitual durante este año, que ha registrado aumentos de hasta el 1,5% desde enero, y de 2,9% por contraste con mayo del año pasado.
Por grupos de productos, el que ha experimentado un mayor descenso en términos mensuales ha sido ‘Transporte’, con una caída del 1,9%. Le siguen ‘Ocio y cultura’, con un descenso del 0,6%, y ‘Vivienda’ y ‘Medicina’, cuyos precios han bajado un 0,5% en cada uno. En menor medida han decrecido en ‘Menaje’, con una disminución de un 0,2%, y en ‘Comunicaciones’, del 0,1%. En el extremo opuesto de la balanza, han aumentado los precios en ‘Vestido y calzado’ un 1,1%; en ‘Hoteles, cafés y restaurantes’, un 0,4%; en ‘Alimentos y bebidas no alcohólicas’ un 0,3%, y en ‘Bebidas alcohólicas y tabaco’ y ‘Otros’, un 0,2% en ambos bloques.
La dinámica que se ha dado en Asturias tampoco encaja con la registrada a escala nacional, donde el IPC no ha experimentado una variación en mayo en relación al mes anterior. Eso sí, recortó nueve décimas su tasa interanual, hasta el 3,2%, siendo su menor nivel desde julio de 2021. La razón está en el abaratamiento de los carburantes y de los alimentos, que moderaron el crecimiento de sus precios nueve décimas, hasta el 12%. Con el retroceso de mayo, la inflación retoma los descensos tras la subida de ocho décimas que registró en abril y que la situó en el 4,1%, lo que coincide en su mayor parte con los avanzados a finales del mes pasado.
Precios menores en productos clave
Estadística ha atribuido la moderación de la inflación en mayo al menor coste de los carburantes y al abaratamiento de alimentos como la leche, el queso, los huevos, el pescado y el marisco. El pan y los cereales, por su parte, mantuvieron estables sus precios, en contraste con el repunte que experimentaron en mayo de 2022. «La inflación de los alimentos ha continuado descendiendo en mayo casi un punto gracias a la bajada de los precios de productos básicos como leche, queso, huevos o pescado», ha destacado el Ministerio de Asuntos Económicos en su valoración de los datos.
En tasa interanual (mayo de 2023 sobre el mismo mes de 2022), los alimentos que más han subido de precio son el azúcar (46,3%); la mantequilla (25,2%); el aceite de oliva (24,7%) y la leche entera (24,3%). Les siguen las patatas (23,6%); la carne de porcino (16,1%); las legumbres y hortalizas frescas, y otros preparados alimenticios (15,8% en ambos casos), y los cereales y derivados (15,5%). Además, otros muchos alimentos registran subidas interanuales de dos dígitos en sus precios, como el agua mineral, los refrescos y los zumos (14,6%); los productos lácteos (14,5%); los huevos (13,2%); los preparados de legumbres y hortalizas (12,8%); otros tipos de carnes (11,9%); los aceites y grasas (11,6%), y las bebidas alcohólicas (10,4%).
Frente a los alimentos, que lideraron las subidas interanuales de precios, lo que más se abarató en el quinto mes del año en relación a mayo de 2022 fue el transporte combinado de pasajeros ( que descendió un 47,7%); la electricidad (34,9%); otros aceites (32,6%); los combustibles líquidos (27,1%) y el transporte de pasajeros en autobús (24,9%). Por su parte, el grupo de transporte redujo más de cuatro puntos su tasa interanual en mayo, bajando hasta en un 3,7%, por la caída de los precios de los carburantes para vehículos personales, mientras que el grupo de vestido y calzado recortó su tasa anual tres décimas, hasta el 1,9%, como consecuencia de que todos sus componentes elevaron sus precios menos que en mayo de 2022.
Por contra, la vivienda incrementó en mayo su tasa interanual tres décimas, hasta el -10,5%, debido a que los precios de la electricidad disminuyeron con menor intensidad de lo que lo hicieron un año antes.