
«Se refiere el lector a dos promesas electorales que hicieron —y aún mantienen— la alcaldesa y Foro Asturias: El Solarón y el soterramiento del Muro (…) Por eso le ruego que reflexione; hay promesas que no se pueden cumplir ni en uno ni en cinco años»

A veces, algunas veces el cantor tiene razón
No sólo es su corazón lo que sale por su boca
Son los ecos que en aire ha dejado el labrador
La mujer, el oprimido, es el llanto del nacido
Los ecos de su canción
(María Ostiz, ‘Canta cigarra’)
Queridos lectores: Este artículo habrá de gratitud por sus comentarios, sus sugerencias, sus críticas… Creo que puedo hablar, en mi nombre y el de mis compañeros, si les digo que sus observaciones nos obligan a ser mejores y más diligentes.
Precisamente quiero referirme, en esta ocasión, a una carta firmada por D. Víctor Montes, arquitecto, que lleva como título ‘Del populismo electoral de Moriyón’, publicada hace unos días en miGijon. En ella hace unas atinadas reflexiones en las que, pienso, merece la pena profundizar.
Se refiere el lector a dos promesas electorales que hicieron —y aún mantienen— la alcaldesa y Foro Asturias: El Solarón y el soterramiento del Muro. Permítanme que me refiera primero a esta última, porque solo puede entrar en una categoría: la de disparate. Porque, como apunta D. Víctor, su viabilidad sigue siendo, como mínimo, una incógnita: «En primer lugar, porque se anunció, a bombo y platillo, sin haber realizado previamente ningún estudio geotécnico en una zona en la que la cota del nivel freático es elevadísima (…)».
Da la impresión de que, la alcaldesa y su partido viven en el ‘Pensamiento Alicia’: pensar que las buenas intenciones sirven por si solas para alcanzar los objetivos previstos.
(Por cierto, en el gobierno de D. Pedro Sánchez Pérez-Castejón han sido más listos: ni una palabra sobre el soterramiento del Muro. Y, por supuesto, ni un céntimo prometido: ¿Quién se mete a apoyar una obra de la que no hay un estudio geológico y del nivel freático. Dicho en playu: «El mar llega hasta la plaza El Humedal»; los gijoneses sabemos que buena parte de la avenida Rufo Rendueles se hizo ganando terreno a la playa San Lorenzo. No hace mucho que los pescadores iban al parque Isabel la Católica a cazar angulines, porque la marea inundaba los lagos.
O sea: no hay estudios de viabilidad, ni presupuestarios (mis amigos economistas no se atreven a dar cifras; solo dicen: «va a haber que poner más perres de las que hay en el Banco de España»…).
Afortunadamente, tal como destaca D. Victor, el Grupo Municipal Popular, de la mano de la vicealcaldesa Ángela Pumariega, ha dicho bien claro que el soterramiento no es una prioridad para Gijón, ni la única solución posible para hacer del Muro un lugar más ecológico, menos contaminante y con mejor paisaje, atendiendo a la vez a los propietarios de garajes y pisos.
En cuanto al Solarón, la promesa de Foro en las pasadas elecciones ha habido que modificarla: se aseguró a los vecinos que el espacio se convertiría en una inmensa superficie verde, libre de edificaciones y destinada a usos recreativos. Ahora Foro dice que no, que hay que volver a la propuesta inicial, que es la que hizo el PSOE cuando en 2011 se derribó la estación del Humedal (¡qué inmenso error cargarse una estación tan céntrica!). Respaldan así la posición del Partido Socialista hace quince años: construir una amplia zona de viviendas para financiar una modernísima estación multimodal, primero en Moreda y ahora, parece ser, a la altura de la Estación del Norte.
Aquí vuelvo a citar a D. Víctor: «La construcción ahora anunciada por el Ministerio es una decisión que, quien más quien menos, sabía que era la única solución posible. Una cuestión que, acertadamente, pusieron blanco sobre negro, tanto la vicealcaldesa Ángela Pumariega como el portavoz socialista Tino Vaquero, en un reciente Pleno municipal. En el que también quedó patente la indignación, y con razón, de la plataforma Un Pulmón para el Solarón con la alcaldesa y el portavoz del Gobierno, el también forista Jesús Martínez Salvador, por desdecirse de lo entonces comprometido».
Alcaldesa: ¿Se da cuenta de que hay que hacer estudios del terreno y de impacto ambiental, someter obligatoriamente el proyecto a la opinión de los gijoneses —que pueden plantear alegaciones—, y sacar a concurso público el proyecto, todo esto sin haber construido un solo piso? Doña Carmen, déjeme decirle una cosa: es usted una persona honorable. Por eso le ruego que reflexione; hay promesas que no se pueden cumplir ni en uno ni en cinco años.
A todos ustedes, si me han leído hasta aquí, muchas gracias. Esta vez más que nunca, les espero.