La mercantil Lexaudit Concursal ha sido designada para elaborar el plan de reestructuración de la empresa, un proceso del que la plantilla pide formar parte; en el Gobierno autonómico celebran la noticia, pero reclaman a la SEPI que mantenga su apoyo

La analogía con el equilibrista que camina sobre un fino cable tendido entre dos edificios, a cientos de metros del suelo, sin llegar a precipitarse al vacío, resulta oportuna para ejemplificar los últimos actos del drama que rodea al Grupo Duro Felguera. Quemando prácticamente hasta el último segundo del tiempo disponible, la multinacional asturiana lograba este jueves que el Juzgado de lo Mercantil Número Tres, con sede en Gijón, prolongase de nuevo la situación de preconcurso de acreedores, cuya primera prórroga expiró el 11 de junio, hasta el próximo 31 de julio, dando así margen a la compañía para acometer su muy necesaria reestructuración. Un proceso ese último cuya preparación recaerá, por dictado judicial, en la mercantil Lexaudit Concursal, SLP; será esta última, pues, la que deba afrontar la titánica tarea de concebir un plan que salve de la ruina a las diez sociedades que integran Duro.
El auto judicial, del que se tuvo conocimiento en la tarde de ayer, considera «jurídicamente razonable y conforme» a derecho la lucha por la viabilidad de la compañía, a fin de garantizar la mayor cantidad posible de sus empleos, y de que se lleguen a satisfacer los créditos pendientes de pago en el medio plazo. Dos motivos de peso para hacer una excepción a la norma habitual, si bien meramente orientativa, de conceder sólo tres meses de prórroga, apoyados, además, por el hecho de que el Grupo contó con el beneplácito de sus acreedores, que representan más del 50% ciento del pasivo que pueda resultar afectado por el plan de reestructuración. No obstante, no conviene olvidar que esta decisión todavía podría ser impugnada, siempre y cuando se presente para ello un recurso de casación en los próximos cinco días. Algo que, todo sea dicho, nadie cuenta conque llegue a producirse.
En el Comité de Empresa rechazan hablar de ‘reestructuración’, y se refieren al proceso venidero como ‘reordenación’
Ni qué decir tiene que ese ‘milagro’ que se obraba este jueves llenaba de alegría y esperanza a los distintos actores participantes. Desde el Gobierno del Principado, el consejero de Ciencia, Industria y Empleo, Borja Sánchez, no dudó en calificar la nueva como «una buena noticia«, incidiendo en que, con esos 41 días que se extienden ante ella, «la compañía tiene tiempo para avanzar en la definición de su plan de reestructuración«. Ahora bien, Sánchez no pasó por alto el que, para alcanzar esa meta, es imprescindible el apoyo de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). Y a ese ente interpeló directamente el consejero durante su intervención, recordándole que tanto la empresa como la plantilla «son necesarios» para el proceso de transformación de la industria asturiana, marcado por la sostenibilidad, la digitalización y la innovación. Un proceso en el que, prevé Sánchez, el sector de la defensa será crucial, toda vez que Indra Sistemas, SA, aspira a comprar ‘El Tallerón’ de calderería que Duro aún retiene en El Natahoyo.
Más discreta resultaba la acogida de la extensión del preconcurso entre la plantilla del Grupo. Aunque satisfechos con la llegada de ese balón de oxígeno, en forma de tiempo, que aporta «un poquito de alivio», los integrantes de Comité de Empresa reclaman ser partícipes de primera mano de todas las decisiones que se tomen durante la elaboración de ese plan de reestructuración, de modo que el proceso se lleva cabo «de la manera más adecuada«. Eso sí, entre los representantes de los trabajadores se insiste en descartar esa palabra, ‘reestructuración’, y reemplazarla por ‘reorganización’, dado el matiz de supresión de puestos que la primera lleva aparejado. Sea como sea, ahora el siguiente paso es conseguir mantener una reunión con la directiva de Duro para que explique as implicaciones de las decisiones judiciales… Y que se materialice, de una vez por todas, el solicitado encuentro para aclarar el acuerdo de reestructuración de la deuda alcanzado con la SEPI.
El Grupo cerraba ayer en la Bolsa con un alza del 5,56%, repuntando casi un 11% y alcanzando un precio por acción de 0,243 euros
En fin, al margen de las reacciones de políticos y empleados, el anuncio de la prolongación del preconcurso de acreedores se ha notado sobre el parqué de la Bolsa. Inmediatamente de conocerse el dictamen judicial el Grupo cerraba con un alza del 5,65%; en concreto, los títulos de la multinacional, llegaban a repuntar casi un 11%, y ostentaban un precio de 0,243 euros en el Mercado Continuo al término de la jornada.