La plataforma Asturies Antitaurina llama a la movilización para «mostrar el rechazo de la población a una actividad que sólo pervive en el municipio gijonés gracias al empeño del actual Gobierno local»; partirá de San Miguel a las 16.30 horas, y recorrerá el centro de la ciudad

Han pasado tres años desde que las elecciones municipales de mayo de 2023 devolviesen al Ayuntamiento a Foro, inevitablemente respaldado por el PP y por Vox, y sólo tres meses menos desde que, ese agosto, la Feria Taurina de Begoña regresase a la plaza de El Bibio. Se rescataba así una tradición que, en 2021, tras la polémica por los nombres de los astados ‘Feminista’ y ‘Nigeriano’, fue suspendida por la alcaldesa socialista Ana González… Y, con esa vuelta al coso gijonés, se avivaba el enfrentamiento entre defensores de dicha fiesta, y detractores de la misma. Ya aquel agosto de 2023 miles de personas se manifestaron en la ciudad para exigir la supresión definitiva, ahora sí, de lo que entienden como un ejercicio de maltrato animal gratuito en toda regla. Y el próximo 17 de agosto ese mismo movimiento crítico, movilizado por la plataforma Asturies Antitaurina, volverá a echarse a las calles de Gijón para marchar, a las 16.30 horas y desde la plazuela de San Miguel, por la desaparición de la tauromaquia. Ayer lo dejaron patente ante el Ayuntamiento.
El lema ‘¡Asturies ensin tortura!’ preside un cartel ilustrado con una imagen de una corrida tomada por la fotoperiodista Jo-Anne McArthur en San Sebastián de los Reyes en 2009, un tándem que ilustra claramente la voluntad de los convocantes. «Nos encontramos con una feria taurina de cinco días, uno más que en 2024, cuando la mayoría de la población gijonesa y del resto de la región no muestra ningún tipo de interés por este tipo de tradiciones crueles e, incluso, las rechaza», aseveró la portavoz de la plataforma, Fernanda Blanco, esgrimiendo como prueba de ello la masiva recogida de firmas hecha para impulsar la aprobación de la iniciativa legislativa popular que paralizase esa clase de eventos. Un ejemplo más de ese afán por «dar la espalda a un acto extremadamente violento de maltrato animal y de normalización de la violencia».