Si bien los populares recuerdan que la decisión final está en manos de Foro, titular de la cartera, afirman que una opción bajo tierra es «económicamente inasumible», y podría llegar a constituir un «error» si llegase a ejecutarse
La convivencia nunca es un reto fácil. Ni en el ámbito privado, y en el de las empresas, ni mucho menos en el de las Administraciones. Y Gijón a vuelto a constituirse en prueba de ello. Con el debate sobre el futuro del Muro de San Lorezno nuevamente sobre la mesa, tanto el Partido Popular (PP) local, como su Grupo Municipal en el Ayuntamiento, han aparcado sus habituales diferencias y han elevado la voz al unísono para manifestarse en desacuerdo con el posible soterramiento de dicha franja costera, defendido por su socio de Gobierno, Foro, y que podría entrañar el desembolso de cerca de cincuenta millones de euros. Es más, desde las filas populares vuelven a plantear como posible alternativa la idea ya dada a conocer el año pasado, durante la campaña electoral: reconstruir el Muro en forma de una plataforma única, con un carril para el tráfico motorizado en cada sentido, y tanto amplios espacios peatonales como un carril bici integrados.
«Nosotros creemos que ahora mismo hay muchas actuaciones necesarias en la ciudad, pero cuando llegue el momento apostaríamos por un proyecto como el que presentamos en campaña, realizado por Juan José Tielve, con un coste de menos de veinte millones», ha afirmado este lunes la vicealcaldesa de Gijón y concejala de Economía, Empleo, Turismo e Innovación, Ängela Pumariega. Sus declaraciones llevaban como respuesta al anuncio, hecho por Foro la pasada semana, de la reserva de 100.000 euros del presupuesto municipal de 2025 para la redacción de un estudio del proyecto, una inversión que en el PP consideran «no prioritaria». Sobre todo, a tenor de que, en opinión de Pumariega, el soterramiento es, directamente, «económicamente inasumible». Ahora bien, la vicealcaldesa de la ciudad no ha ocultado un punto clave: que la competencia en esta materia y la decisión última, a día de hoy, corresponden a Foro, tal como acordaron en el pacto de Gobierno local.
Así planteaban la cuestión en el Grupo Municipal, pero también desde el propio PP gijonés, que preside Pablo González, se confesaban alineados con dicha tónica. A juicio de este último, soterrar el Muro no no sería algo «moderno», sino un puro y simple «error», aparte de tratarse de una apuesta «muy costosa» de ejecutar y, por descontado, de mantener. Del mismo modo, un túnel bajo el nivel del suelo requeriría la instalación de extractores, lo que, en consonancia con el criterio del líder de los populares gijoneses, derivaría en ruidos constantes y en focos de contaminación. Y no sólo eso; para González, el trasladar el tráfico rodado bajo tierra tampoco solucionaría el problema circulatorio que padece esa parte de la urbe, ya que únicamente lo «taparía» y lo trasladaría a la zona del Náutico, donde, prevé, se formaría un «gran tapón».
Si se puede hay que soterrar y no ver un puto coche más allí.
Además hay que empezar a pensar en barreras para la posible subida del nivel del mar.