El chef Lluis Nel Estrada está a cargo de la actividad ‘Sidra y gastronomía asturianas’ que lleva a cabo la entidad naviega para que los visitantes «descubran productos autóctonos» junto a distintas variedades de sidra
Si nos tomamos nuestro tiempo de probar un producto con cariño, en su temperatura ideal, acompañado de una bebida determinada y en una compañía por supuesto, es imposible que esa experiencia no sea agradable y cualquier persona la vaya a disfrutar. Y menos, cuando este forma parte del selecto ‘club’ de Alimentos del Paraíso Natural y se marida con unos culines de la variedad de sidra más conveniente. Lluis Nel Estrada conoce esta verdad inalienable sobre el buen comer desde tiempo y por eso la predica desde hace semanas desde el Museo de la Sidra de Asturias con la actividad ‘Sidra y gastronomía asturianas’, que ha comenzado el pasado 15 de junio y se prolongará hasta el próximo mes de diciembre.
En palabras del chef, la experiencia busca “descubrir de forma compartida dos productos asturianos y profundizar en conocer la sidra en sus distintas versiones”. El resto de facetas de la bebida reina en el museo naviego se disecciona en el resto de actividades que configuran la oferta de ocio para los próximos meses, desde el arte de escanciar un buen culín hasta el mayado de la manzana en primera instancia.
“A la gente le gusta comer, pero también quiere saber qué come y saber cosas en torno a la cultura gastronómica de un lugar”
Aparte de otra primera jornada que giró en torno a productos típicos de Nava, el taller anterior armonizó el gusto de sidras tan particulares como la espumosa o la sidra de hielo con el sabor del chosco de Tineo. El objetivo era “acercar la comarca del suroccidente a la comarca de la sidra, donde este embutido resulta desconocido para muchos”. Y además de lo gastronómico, no hay nada como escuchar a una persona durante una hora hablar sobre lo que le apasiona y de lo que sabe con margen a conversaciones, dudas y preguntas sobre inquietudes, como ocurre en el espacio del divulgador culinario.
Este sábado 6 de julio le toca al queso gamonéu, un peso pesado en la Tierrina y gran favorito del propio Estrada, al considerar que “aún hay mucho que contar sobre él”. Así lo demuestra la selección que ha preparado para la cita y que incluye dos variedades del famoso queso. Aún no quiere revelar muchas más sorpresas reservadas para el futuro de la actividad, pero está seguro de que aquellos participantes que intercalen tragos de sidra con dulces como “marañuelas o bombones sorprenderán muy positivamente”.
Desde la institución dedicada a la cultura sidrera esperan con ilusión que lo que de momento llama la atención a un público local y grupos reducidos vaya tomando forma en algo más conocido. O que en palabras de Estrada, “el boca a boca haga su trabajo” y consiga atraer a determinado perfil de visitante al que “le gusta comer, pero también quiere saber qué come y busca saber cosas en torno a la cultura gastronómica de un lugar”. Para ello, ningún lugar ahora mismo es mejor que el Museo de la Sidra, donde se está produciendo una “renovación museística muy interesante” y la nueva dirección está haciendo una “apuesta de futuro” para convertir el espacio en el sitio de referencia para los amantes del sector que ilusiona a aquellos que involucra, como el chef.