El barrio celebra el nuevo nombre del pabellón, donde los hermanos comenzaron su carrera en el balonmano

Gijón vivió este lunes un emotivo acto de homenaje a dos de sus deportistas más laureados: Raúl y Alberto Entrerríos. El pabellón municipal del barrio del Llano, donde ambos dieron sus primeros pasos en el mundo del balonmano, pasará a llamarse desde ahora Pabellón Hermanos Entrerríos en reconocimiento a una trayectoria deportiva excepcional y a los valores que representan.
La alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, fue la encargada de abrir el acto, subrayando la importancia de este gesto como “mucho más que un homenaje”. “Es un acto de justicia y de gratitud por todo lo que, a través del balonmano, han dado a la ciudad. Raúl y Alberto son espejo e inspiración”, afirmó. Para la regidora, el renombramiento del pabellón simboliza un compromiso con el talento local, con el esfuerzo y con la humildad: “Hablar de los hermanos Entrerríos es hablar de un legado que va mucho más allá de los títulos”.
El concejal de Deportes, Jorge Pañeda, destacó que el proceso para materializar este cambio comenzó en 2021 gracias a la iniciativa de José Manuel Entrerríos, padre de los homenajeados, quien promovió la propuesta con el apoyo de Jesús Martínez Salvador. “Primero hubo que tapar goteras y adecentar el pabellón, pero hoy podemos decir con orgullo que cumplimos lo prometido”, señaló Pañeda, quien no dudó en recalcar los méritos deportivos de los hermanos: campeones del mundo, medallistas olímpicos y europeos, con más de 60 títulos internacionales entre ambos.
Emocionado, José Manuel Entrerríos recordó el largo camino hasta ver hecho realidad este reconocimiento. “Desde 2021 estaba aprobado por el Pleno, pero hacía falta voluntad para llevarlo a cabo. Hoy es un día muy especial para mí”, confesó.
Alberto Entrerríos tomó la palabra visiblemente conmovido. Agradeció a las instituciones y quiso compartir el homenaje con quienes se sienten identificados con su historia. “Este premio no es solo por nosotros, es por todos los que, como nosotros, crecieron con medios justos, pero rodeados de valores”, afirmó. También recordó a su madre, ausente, como figura fundamental en su formación.
Raúl, por su parte, centró su intervención en el valor sentimental de recibir este reconocimiento en su barrio. “A unos metros de aquí vivimos nuestras primeras experiencias deportivas y personales. Este es un homenaje a nuestra identidad”, declaró. Tuvo palabras de gratitud para su hermana Marta, a quien definió como su mejor ejemplo, y para sus padres, por su entrega incondicional. “Nuestro apellido queda aquí marcado, pero esta instalación es por y para todos. Que siga siendo un lugar donde reine el deporte y el compromiso”, concluyó.
El acto finalizó con el descubrimiento oficial del nuevo nombre del pabellón, entre aplausos de familiares, vecinos, deportistas y representantes institucionales, en una jornada que el barrio no olvidará.