Por una abrumadora mayoría —52 votos por los 11 del otro candidato, José Alfredo Bea—, Javier Hernanz resultó escogido para un segundo mandato al frente de la Federación con el objetivo de que «haya piragüismo en cualquier lugar de España»
«El ciclo pasado empezamos mejorando las condiciones de los deportistas y de los árbitros. Éste es el ciclo de mejorar también las de los técnicos, los clubes y las comunidades autónomas», destacó en su discurso de proclamación Javier Hernanz, reelegido ayer como presidente de la Real Federación Española de Piragüismo en las elecciones celebradas en Madrid, en el Auditorio Alfredo Goyeneche de la sede del Comité Olímpico Español (COE). El parragués sumó 52 votos por los 11 de José Alfredo Bea, el otro candidato, con 2 nulos contabilizados.
El resultado refrenda el apoyo conseguido en la Asamblea General del 12 de diciembre de 2024, en la sede federativa, en la que Hernanz consiguió 62 de los 74 avales posibles. «Intentaremos que haya piragüismo en cualquier lugar de España y, por tanto, vamos a recuperar las competiciones de ríos y travesías», expresó para después hacer referencia a su población de origen, Arriondas. «Yo vengo de un pueblo de 3.000 habitantes donde entrenábamos en una mancha de 150 metros y pude acabar yendo a unos Juegos Olímpicos», afirmó.
De 41 años, en su carrera fue piragüista de alto nivel e integrante, durante más de tres lustros, del equipo español en las disciplinas de sprint y maratón. Participó en dos citas olímpicas, Atenas 2004 y Río 2016, con un quinto puesto en brasil en K4 1.000 metros. En su palmarés tiene un subcampeonato del Mundo en K-2 maratón en 2003 y un bronce K-1 5.000 metros en aguas tranquilas en 2018, además de cinco metales en diferentes Europeos. También hay que contar una victoria en el Descenso Internacional del Sella junto con el cántabro Julio Martínez en 2008, en su momento récord de la prueba.