El ensanchamiento de las brechas internas en los bloques del Gobierno y de la izquierda marcan el tono de la última sesión del año, que sí registró avances en materia de vivienda y de mejora del programa de conciliación ’11×12′
Pues sí… Ya se sea una de esas (muchas) personas que ansiaba la llegada de este momento de una santísima vez, o se forme parte de esa (también amplia) legión de gentes a la que su velocidad ha cogido por sorpresa, es un hecho incontestable el 2024 está a punto de acabar. Y, con él, la actividad política gijonesa, marcada esta semana por la celebración, ayer miércoles, del Pleno ordinario de diciembre, último de su clase que se prevé antes del cambio de año. Eso sí, en el agitado mundo de los enfrentamientos entre partidos nada suele darse porque sí, toda acción suele tener su consecuencia, y la sesión de ayer vino a confirmar cierta tendencia que se ha ido perfilando a lo largo de los meses anteriores: la cada vez más acusada escisión, al abordar ciertas cuestiones, entre las distintas fuerzas que conforman cada uno de los dos grandes grupos ideológicos representados en el Ayuntamiento. Así, la brecha abierta entre Izquierda Unida (IU) y Podemos, por un lado, y el PSOE, por el otro, al hilo de la utilización de la ‘Q’ en las siglas ‘LGTBIQ+’ quedó agrandada al imposibilitar los socialistas la llevada al Pleno del manifiesto de XEGA contra las agresiones ‘LGTBIfóbicas’. Al mismo tiempo, el apoyo del concejal de Tráfico, Movilidad y Transporte Público, el forista Pelayo Barcia, a la propuesta de Vox para declarar Gijón ‘Ciudad por la vida’, rompiendo así con la disciplina de voto de su partido y alineándose con el PP, con el concejal no adscrito Oliver Suárez y con el propio Vox, ha prendido la llama de la rebeldía en las filas del principal partido en el Gobierno. En fin, dos anécdotas llamativas dentro de una tensa sesión que, obvio, dio para más. Mucho más…
1. Problema de la vivienda. Desde flancos separados, los Grupos Municipales de Podemos y del PSOE llevaron cada uno su propia proposición destinada a paliar el creciente problema de acceso a la vivienda que padece la ciudad, especialmente sus habitantes en situaciones de mayor vulnerabilidad. En el caso de la primera de esas dos fuerzas, la concejala Olaya Suárez planteó la reformulación del programa ‘Xixón Alquila’, aportando una batería de cinco acciones que, sin embargo, no recibieron el beneplácito de la Cámara, con los únicos apoyos de IU y del PSOE, la abstención de Vox y el voto en contra del Gobierno. Más suerte tuvo la apuesta de los socialistas por reforzar la labor de la Empresa Municipal de Vivienda (EMVISA) por medio de cuatro iniciativas, que sí prosperó con la sola abstención de Vox… Eso sí, previa aceptación de una enmienda presentada conjuntamente por Foro y por el PP para que las futuras ayudas a las ONG que operan en el ámbito inmobiliario sean «estudiadas», y no «implementadas».
2. Programa 11×12. En esta ocasión, la alianza de Podemos y de UI posibilitó la puesta sobre el tapete de esta iniciativa, pensada para ampliar y mejorar el programa ’11×12′, uno de los caballos de batalla locales para facilitar la conciliación familiar y laboral a las familias gijonesas con hijos pequeños a su cargo. La propuesta logró un éxito parcial, ya que fue sometida a una votación por puntos, de los que tres fueron aprobados por unanimidad, y el resto, rechazados, al contar sólo con el favor de esos dos partidos y del PSOE. Concretamente, salieron adelante la implantación de una aplicación informática para la mejora de las inscripciones y que las familias pueden hacer inscripción conjunta de los hermanos, estudiar que la empresa adjudicataria de los comedores escolares se pueda hacer cargo de los desayunos y comidas fuera de horario lectivo del ’11×12′, y el incremento del alcance del proyecto, hoy por hoy limitado a dieciséis centros educativos, hasta abarcar el máximo posible de cuantos operan en el concejo. En ese sentido, se quedaron en el tintero la opción de introducir en el programa al 100% de dichos centros, al igual que la introducción en los criterios de contratación de una cláusula para que se dé especial importancia al proyecto educativo que potencie valores como la igualdad o la coeducación, y la inclusión de criterios alineados con los objetivos de Desarrollo Sostenible, como pueda ser la reducción de plásticos desechables o el uso de productos de proximidad.
3. Publicidad exterior. También medraba una idea del PSOE para la redacción de una nueva ordenanza de publicidad exterior, motivada por los recientes escándalos que han suscitado determinados anuncios de gran formato, carentes de licencia, en fachadas y andamios de Gijón, que visibilizan bebidas alcohólicas de alta graduación. El hecho de que, en la actualidad, la multa se limite a 1.500 euros, que se reduce a 900 en caso de recurrir al pronto pago, convierte ambas cuantías en sumamente asumibles para las grandes corporaciones que están detrás de tales campañas publicitarias. De ahí la necesidad compartida de que esa práctica se regule de forma más estricta a escala municipal, para acelerar los trámites en la medida de lo posible, y agravar sanciones.
4. ‘Gijón, ciudad por la vida’. Uno de los momentos más violentos del Pleno lo propiciaba esta proposición, esgrimida por Vox como una forma, según el testimonio de su portavoz, Sara Álvarez Rouco, de fomentar la natalidad y defender «lo único esencial para las personas, que es la vida». La medida, envuelta en acusaciones de conformar, en la práctica, un discurso antiabortista encubierto, no fue aprobada, al votar en contra de ella el PSOE, IU, Podemos y el grueso de Foro; de hecho, desde el partido mayoritario de la coalición de Gobierno el edil Jesús Martínez Salvador emitió un duro alegato en desacuerdo con la intención de Vox, afeando a la fuerza en la oposición que «si quieren algo a favor del aborto, díganlo; digan que las mujeres no deben tener todos los derechos, y deben ser aleccionadas». La gran sorpresa, como ya se ha relatado unos párrafos antes, la ofreció el concejal de Tráfico, Movilidad y Transporte Público, el forista Pelayo Barcia, que, sin aportar ninguna explicación, alzó la mano para posicionarse a favor, junto con la citada Rouco, el concejal no adscrito Oliver Suárez, y el PP al completo.
5. Escuela de música tradicional. Tampoco prosperó, aunque en un contexto mucho menos tenso, la sugerencia de IU de fundar en la ciudad una escuela de música tradicional, apuesta sólo respaldada por Podemos, y ante la que el PSOE optó por abstenerse. Los argumentos esgrimidos por la concejala de IU Noelia Ordieres, cimentados en la protección y visibilización de las tradiciones autóctonas, y la consideración de «orgullo y prestigio» del centro resultante para Gijón, no calaron entre los socialistas, Vox y las fuerzas en el Gobierno. Un rechazo que el edil de Deportes y Educación, Jorge Pañeda, del PP, sostuvo en la «difícil sostenibilidad» de esa escuela, dada la «baja demanda» que tendría y la gran inversión que exigiría su puesta en marcha. Por su parte, desde el PSOE Carmen Eva Pérez Ordieres, aun estando de acuerdo con el fondo de la idea, recordó que esa cultura ya se fomenta por medio de actividades y espacios, como talleres o el mismo Museo de la Gaita. La única nota tensa la puso Sara Álvarez Rouco, de Vox, al acusar a IU de «apropiación del bagaje cultural de la región».
6. Espacio para videojuegos y ocio alternativo. La de la escuela de música no fue la única derrota sufrida por la izquierda gijonesa en el Pleno de ayer… Podemos tampoco logró que se aprobase su propuesta para la creación en la próximamente disponible antigua comisaría de la Policía Local de un espacio joven dedicado al videojuego, a los esports (deportes electrónicos) y, en definitiva, a formas de ocio alternativas. De nada sirvió que la portavoz de la agrupación ‘morada’, Olaya Suárez, tachase el proyecto de «viable, atractivo e ilusionante», ni que enfatizase la necesidad de adaptarse a las nuevas formas de entretenimiento que, casa vez de forma más evidente, y más deprisa, capta la atención de las generaciones más jóvenes… Como en el caso de la escuela de música tradicional, sólo Podemos de IU apoyaron la cuestión, mientras que el PSOE se decantó por la abstención. Ahora bien, no fue un fracaso totalmente amargo; aunque la concejala de Cultura, la forista Montserrat López Moro, enfatizó la existencia de iniciativas ya en marcha para los jóvenes, también aseguró que tendrá en cuenta esta idea en el nuevo Plan de Juventud, por si fuera de interés su puesta en marcha.