Los descensos, fechados para los días 30 de junio y 6, 14 y 24 de julio, permitirán acercarse a una propuesta firmada por el estudio italiano fuse* y que ofrece al espectados una profundización analítica subjetiva en el mundo de los sueños
Si de algo puede vanagloriarse Mieres es de contar con una de las ofertas culturales más ricas, eclécticas y aplaudidas de todo el norte peninsular. Un amplio catálogo de opciones que, desde el pasado 23 de mayo, cuenta entre sus mascarones de proa con ‘Onirica ()‘, la instalación audiovisual obra del estudio italiano fuse* que explora el mundo de los sueños, y que hasta el 28 de julio puede disfrutarse en el Pozu Santa Bárbara. El mismo espacio, de hecho, que ha organizado una serie de visitas guiadas gratuitas a dicha instalación, fechadas para los días 30 de junio, y 6, 14 y 24 de julio. Una oportunidad de recorrer tanto el exterior del enclave, como la Sala de Compresores y la propia exposición, por la que ya han pasado más de 1.200 personas desde su inauguración.
Mediante el uso de algoritmos capaces de traducir textos en imágenes, ‘Onirica ()’ lleva al terreno de lo visible los relatos nocturnos, planteando nuevas reflexiones en torno a la relación entre el ser humano y la máquina, entre la herramienta y el creador. La obra transforma en una experiencia colectiva los sueños de las personas voluntarias que participaron en las sesiones previas de investigación en la Universidad de Bolonia y la Universidad de California Santa Cruz. Seleccionadas a partir de una base de 28.748 sueños, las tramas de esta pieza fluyen una dentro de otra como una serie de cortometrajes, trazando la cadencia real de los sueños presentes a lo largo de una noche en sus diferentes fases REM y NREM. Las secuencias visuales son generadas artificialmente por un sistema de machine learning que traduce las descripciones de los sueños en una serie de alucinaciones visuales posteriores que dan vida a los personajes, objetos y paisajes que aquí se muestran.
Este flujo continuo de conciencia sintética encuentra su estética final a través de la estrecha colaboración entre el ser humano y la inteligencia artificial. Situándose dentro de un debate ético cada vez más relevante, la obra pretende abordar desde un punto de vista inédito y exploratorio la relación entre la sensibilidad estrictamente humana y la capacidad creativa de los sistemas de IA, buscando descubrir sus potencialidades y limitaciones, y generar en el
espectador un pensamiento crítico y consciente sobre el posible impacto de estas tecnologías en la sociedad y en la percepción de cada individuo.