El presidente del Partido Popular de Gijón, Pablo González, ha reclamado este viernes al Equipo de Gobierno local que revierta el «abandono» de la zona rural gijonesa
El presidente del Partido Popular de Gijón, Pablo González, ha reclamado este viernes al Equipo de Gobierno local que revierta el «abandono» de la zona rural gijonesa. Así lo ha manifestado, junto a Abel Junquera, coordinador del Grupo de Trabajo de Zona Rural del PP gijonés, en una visita a la parroquia de Baldornón, acompañados de Juan Carlos Meana Vigil, presidente de la AVV La Raposa de Santa Eulalia de Baldornón, y de José Luis ‘Chechu’ Rubiera, exciclista y vecino de la parroquia.
Según el PP, desde la citada asociación vecinal se pide una limpieza, desbroce, reparación y restauración de la fuente Llongares, ya que actualmente esta limpieza la realizan los propios vecinos una vez al año. Además, solicitan autorización al Ayuntamiento para la colocación de un cierre para evitar la manipulación, así como la instalación de un cierre rústico para evitar la entrada de animales salvajes.
Igualmente, requieren la reparación y restauración de la fuente y lavadero de Quintana dónde, por su entorno, podría acoger una nueva área recreativa. Otra de sus reivindicaciones es la reparación de la carretera AS-377 que tiene importantes hundimientos a causa los camiones de la mina de la Viesca en La Collada. Los vecinos de la zona también han advertido de que en la carretera de Santaolaya los desagües se encuentran tupidos lo que origina que el agua discurra por la carretera, hundiendo su firme, con el consiguiente probable argayo y corte de la misma.
Además, urgen la reparación de un muro de contención de ladrillos, que se encuentra a punto de derrumbe, creando la posibilidad cierta y grave de producir un accidente, del mismo modo que en dicho tramo cada poco tiempo argaya y caen arboles que obligan a cortar la carretera y a la intervención del servicio de bomberos Por último, piden una reparación de la valla perimetral de la Bolera de Santaolaya, que está en muy mal estado, y cuya la limpieza la realizan los vecinos.