Desde el Principado garantizan que sus condiciones serán similares a las de los demás docentes; la decisión ha recibido el apoyo de todas las entidades sindicales, salvo de ANPE, crítica con lo ocurrido y que optó por abandonar la mesa
Como en los tiempos en que los generales imperiales entraban triunfantes en la antigua Roma, las trompetas de la victoria han sonado este jueves para el profesorado de Formación Profesional (FP) sin titulación universitaria. En una decisión que pone fin a más de un año de dura lucha, la Consejería de Educación ha acordado con las organizaciones sindicales introducir una modificación normativa en el acuerdo de interinos para permitir que aquellos docentes que carece dicha titulación, últimos remanentes de la extinta categoría de Profesores Técnicos, entre a formar parte de la bolsa de Secundaria con plenos derechos. Un foco inabarcable de alegría para todas las partes implicadas en el proceso… Excepto para ANPE, el sindicato mayoritario del sector, crítico con la medida y que, de hecho, optó por abandonar la última mesa de negociación.
Tal como detallan desde el Principado, para aplicar lo pactado ayer se va a añadir una disposición adicional en el mencionado acuerdo de interinos, basada en la solución que el Ministerio de Educación aplicó en Ceuta y Melilla, y que las docentes afectadas, ocho en total, reclamaban como modelo a imitar. Por supuesto, al carecer de formación universitaria, ese profesorado entrará en las listas con una nueva baremación, pero también con las mismas condiciones que los interinos que actualmente la conforman. Puntos todos los anteriores que merecieron el beneplácito de CCOO, UGT y SUATEA, sindicatos presentes en la votación en la mesa sectorial de educación, y que posteriormente ratificaron las organizaciones presentes en la mesa general: CCOO, UGT, CSIF y USIPA-SAIF.
Entre las profesoras beneficiarias de la decisión imperan, a partes iguales, la alegría y la cautela. «La inquietud seguirá hasta que tengamos el documento del acuerdo y leamos la letra menuda pero, en principio, lo valoramos muy positivamente», reconocía su representante, Carmen Gómez, satisfecha al constatar que tantos meses de reivindicaciones, de insistencia y de presiones, que las llevo a encerrarse en la sede de la Consejería e, incluso, a amenazar con llegar a una huelga de hambre, han dado sus frutos. «Más vale tarde que nunca, como suele decirse, pero lo que ahora queremos es mirar hacia el futuro», confiesa. Sólo hay una nota amarga en sus palabras: la provocada por la postura de ANPE, que durante todo el proceso se opuso a la integración, alegando que equivaldría a equiparar a docentes titulados con otros que no lo están.
De hecho, desde la propia organización sindical elevaban ayer voces críticas, dirigidas esta vez a que el profesorado técnico fue excluido de los listados de interinos por iniciativa propia de la Administración el curso pasado, mientras que ahora, «a sabiendas, se adopta una medida excepcional que ni la legislación estatal ni autonómica contemplan; no puede mantener una postura y la contraria, ir contra sus propias actuaciones administrativas, firmes y consolidadas desde hace más de un año». Y es que, a su juicio, para huir de un problema la Consejería no ha hecho sino «meterse en otro mayor», al equiparar a estos docentes con aquellos otros que «sí cumplen todos los requisitos, incluido el de titulación universitaria y máster del profesorado, además de otros méritos».
Desde ANPE ahondan todavía en el asunto. Su equipo directivo, que preside Gumersindo Rodríguez, teoriza con la posibilidad de que «quizás hubiera sido más sencillo para el Principado cumplir el compromiso de mantener inalterables las listas de las especialidades no convocadas, de las que, sin embargo, excluyeron a todo interinos carente de titulación universitaria, y la promesa dada a las personas afectadas, con las que se ha jugado dándoles falsas esperanzas durante todo el curso, pues se les proponía su contratación para dar Formación para el Empleo, cosa que nunca ocurrió, solución, además, que no iría en detrimento de las personas que sí cumplen con todos los requisitos normativos para integrar las bolsas de secundaria». Y concluye recordando que la actuación de ayer es, en último término, «contraria a derecho«.
Esa cerrazón continúa resultando incomprensible para Carmen Gómez y sus representadas; en especial, a tenor de que la posición de ANPE en el mismo conflicto ha sido radicalmente diferente en otras regiones de España. «Mires donde mires, ANPE ha abanderado nuestra integración en las listas de Secundaria, como ocurrió en Extremadura; aquí, no, y no nos explicamos este torpedeo constante«, reflexiona. Lo que sí niega de todo punto es que se haya caído en alguna forma de injusticia para con aquellos de sus compañeros qué sí reúnen la titulación universitaria. «Vamos a estar sometidos a una baremación que no nos va a beneficiar, pues no hemos concurrido a un proceso de oposición, como ellos sí han hecho; no vamos a pasar por encima de nadie«, analiza. Y concluye con un apunte: que «no se puede consentir que un sindicato haga una división de sus propios afiliados, que divida al profesorado, y esto es lo que está haciendo ANPE».
Aun así, ni siquiera el malestar puede enturbiar la alegría por lo conseguido. Y eso es algo que Gómez, contenta, puntualiza. «No estaremos los primeros en las listas, pero estaremos. Vamos a poder trabajar. Eso es lo importante«.