El «otro» turismo, más allá de Lastes, Cudillero o Ribadesella
Son muchos los pueblos asturianos que, a pocas semanas del comienzo del verano, se preparan para acoger turistas de fuera y dentro del país que llegan hasta el Principado atraídos por los paisajes, la gastronomía y el buen tiempo, lejos de las temperaturas extremas que en época estival soportan otras regiones. Luarca, Llanes, Cudillero, Lastres, Ribadesella o Tapia son algunos de los parajes favoritos de quienes eligen Asturias para pasar unos días de desconexión. Nombres que, gracias a la popularidad que han tomado estos pueblos en los últimos años, ya resuenan en el imaginario popular español como sinónimo de ‘paraísos naturales’.
Sin embargo, la comunidad aún guarda algunos secretos, lugares no tan conocidos hasta quienes viajan aquellos que priman, por encima de todo, la tranquilidad. Es el caso de Abiegos, un pueblo que conquista a quien lo visita con su encanto único, pero que, a día de hoy, todavía sigue siendo un gran desconocido para el denominado «turismo de masas». Perteneciente al concejo de Ponga, algunas publicaciones digitales ya lo posicionan como «el lugar que no perderse» estas vacaciones. Además, y para los amantes del senderismo, muy cerca de este paraje natural, se encuentra la ruta del Valle de Ponga, que se abre entre San Juan de Beleño, Sobrefoz y Abiegos. Los antiguos caminos de comunicación antigua entre estos pueblos cruzan el cauce del río Ponga sobre un puente de roca natural en un entorno «de cuento», accesible también a personas que no dispongan de gran forma física, ya que alcanza diez kilómetros clasificados como dificultad ‘baja’.