El recorrido, de casi tres horas de duración, se alargó más de lo inicialmente previsto, algo que no empañó la valoración general, que fue muy positiva, con numerosos asistentes solicitando la repetición del itinerario e incluso su ampliación
Las Rutas Urbanas dirigidas por el geógrafo y divulgador David Alonso incorporaron ayer viernes un nuevo itinerario a su programa: el entorno portuario de Gijón. La actividad, que dio comienzo a las 17 horas con rigurosa puntualidad, atrajo a cerca de un centenar de participantes y permitió explorar enclaves poco accesibles del Puerto gracias a un acuerdo entre la Autoridad Portuaria y LABoral Centro de Arte y Creación Industrial. La visita comenzó junto al edificio Auga, en las inmediaciones de la antigua rula, donde Alonso ofreció una introducción histórica sobre el origen del puerto gijonés y su evolución hasta la construcción de El Musel a finales del siglo XIX. A partir de ahí, el grupo se desplazó en autobuses a diversas instalaciones portuarias, entre ellas el Edificio de Usos Múltiples, reconocido por su diseño e integración paisajística, y la antigua torre de salvamento, actualmente en desuso.
Uno de los puntos que levantó más expectación fue la visita a la antigua central eléctrica, ahora reconvertida en centro de recepción portuaria. Allí, los asistentes pudieron observar maquetas a gran escala del frente marítimo de Gijón y conocer el papel de edificios protegidos como este en el conjunto patrimonial del puerto. A escasos metros, también se visitó un vestigio de las antiguas cintas de carga de carbón, un arco de ladrillo de 1909 que ejemplifica el legado industrial aún presente en la zona.

La ruta continuó en el edificio Sirena, concebido a principios del siglo XX para centralizar la actividad comercial dispersa por los muelles, y finalizó en la prolongación del puerto, desde donde los asistentes disfrutaron de vistas panorámicas del litoral gijonés. Como anécdota, durante la última parada, incluso se pudo observar un banco de peces globo cerca de la escollera, detalle que no pasó desapercibido entre los presentes.
El recorrido, de casi tres horas de duración, se alargó más de lo inicialmente previsto, algo que no empañó la valoración general, que fue muy positiva, con numerosos asistentes solicitando la repetición del itinerario e incluso su ampliación. Con esta iniciativa, las Rutas Urbanas consolidan su apuesta por conectar patrimonio, urbanismo e historia local. La colaboración entre LABoral y la Autoridad Portuaria abre además la puerta a nuevas experiencias de divulgación urbana en espacios habitualmente restringidos al público general.