«No queremos vivir con miedo, no queremos esperar a que ocurra una catástrofe para que actúen», reclamó Sotero Rey, de El Muselín, invitado por la Asociación Vecinal La Calzada Alfonso Camín para leer el manifiesto en la protesta para pedir la salida de camiones de Príncipe de Asturias

El paso de las semanas, en lugar de reducir la participación en las movilizaciones convocadas por la Asociación Vecinal La Calzada Alfonso Camín para pedir la salida del tráfico de camiones por Príncipe de Asturias parece hacer el efecto contrario. Ayer los presentes coincidían en que el número era similar o mayor al de citas anteriores, lo que contenta a los vecinos. «La gente sigue manifestándose a pesar de estas fechas, ya casi festivas, con muchos compromisos familiares», apuntaba el presidente del colectivo, Carlos Arias, que anunciaba que el parón navideño previsto se retrasará una semana y que el próximo miércoles habrá un nuevo corte del tráfico a las 18.30 horas en Cuatro Caminos.
Ayer se repitió la marcha desde Cuatro Caminos hasta la rotonda de El Arbeyal, con corte de los accesos a El Musel durante unos minutos, para después volver al punto de inicio, donde se leyó el manifiesto. El invitado en esta ocasión fue Sotero Rey, presidente de El Muselín Vivo, que puso el foco en el paso de mercancías de riesgo por la zona: «Estamos aquí porque queremos una ciudad más segura, porque estamos cansados de que nuestras instituciones —el ministerio, el Ayuntamiento y el Gobierno autonómico— sigan ignorando un problema que nos afecta a todos: la circulación de camiones por el centro urbano, algunos de ellos con transportes de materias altamente peligrosas».
Quiso dejar claro el líder vecinal que «esta protesta no es contra los transportistas ni contra quienes realizan un trabajo necesario y duro», sino «contra una gestión deficiente, contra la falta de planificación y contra la inacción compartida». Así, señala que el ministerio «no establece rutas seguras ni actualiza protocolos adecuados», que el Gobierno asturiano «no asume su responsabilidad en materia de infraestructuras y protección civil», y que el Ayuntamiento «permite que los vehículos más peligrosos circulen por las mismas calles donde caminan nuestros hijos y donde vivimos todos». Es por eso que piden «la retirada inmediata de los camiones, especialmente los de mercancías peligrosas, del centro de la ciudad», y «rutas alternativas seguras», así como «transparencia real», esto es, «saber qué materiales pasan por nuestras calles y bajo qué controles».
D’igual forma, piden «coordinación» entre las tres instituciones. «No queremos vivir con miedo, no queremos esperar a que ocurra una catástrofe para que actúen», reclamó Rey, antes del fin de una convocatoria que va a repetirse el miércoles, el sexto de protesta, en la que se incorporará algún detalle irónico aprovechando la Navidad. Mientras, el color naranja, escogido por los vecinos como representativo de esta reclamación, sigue tomando el barrio, primero con trapos en viviendas y carteles, y ahora en forma de pulseras y pegatinas.