Los rojiblancos golean al Cartagena bajo un sol de justicia con tantos de Zarfino, Cristo y Campuzano
Con un sol de justicia azotando a los 22 jugadores sobre el césped, el Sporting se llevó con una justa goleada el amistoso contra el Cartagena. Fue una buena piedra de toque contra un club asentado en Segunda, de esos que siempre demuestran gusto por el buen fútbol. Por eso sabe tan bien la victoria, aunque no deje de ser un partido amistoso.
Tras un par de semanas de entrenamiento, comienza a verse el nuevo Sporting. Abelardo, ya avisó, quiere un equipo vertical y norteño, pero eso no significa que hablemos de patapum palante. El equipo asturiano demostró esa capacidad para mirar rápido a la portería rival raseando el cuero. No fueron pocas las ocasiones en las que los rojiblancos pisaron el área rival sin que el balón se levantase del suelo.
Llegó el primer gol pronto. Zarfino ya había avisado minutos antes. El uruguayo robó un balón y salió disparado. El esférico acabó en los pies de Djuka quien se lo devolvió al charrúa. El ex jugador del Alcorcón buscó el palo largo y puso el 0-1. Bonito gol.
La presión alta funcionó como un reloj. El propio Zarfino robó unos cuantos balones peligrosos. Pero el marcador ya no cambió en los primeros cuarenta y cinco minutos. Las sudorosas caras de los jugadores demostraban que ya era hora.
Segunda parte brillante
Salió el Sporting con un once nuevo pero más mandón aún. Cristo, que ya tenía ganas de vestirse de corto, fue el gran agitador. Robó un balón y filtró un gran pase a Campuzano que el delantero mandó al quinto anfiteatro cuando estaba solo. Minutos después el isleño recibió de espaldas, se giró y dio comienzo una cabalgada que acaba en un disparo ajustadísimo al que no llegó el portero de la efesé. Cero a dos en el marcador.
No se quedó contento Cristo y volvió a filtrar un gran balón a Campuzano quien, esta vez, no perdonó. Cero a tres en el luminoso y una sensación de superioridad que deja buen sabor de boca al aficionado.
Es sólo un amistoso, pero las señas de identidad del Pitu se dejaron ver durante los 90 minutos. Una gran presión en campo contrario, orden cuando tocaba defender en estático, velocidad y verticalidad, y pundonor. Fueron tres, pero los murcianos pudieron llevarse alguno más de regalo. Y todo ello en el fin de semana en el que parece que comienza a aclararse el mercado para los gijoneses. El Cali Izquierdoz y Jony ya esperan para vestirse de rojiblanco.