«El club rojiblanco ya había jugado en el campo decano del fútbol español, pero el 22 de julio de 1915 lo hizo por primera vez como inquilino en exclusiva del hoy estadio municipal gijonés, tras haber firmado el primero de julio de ese año un contrato para el arrendamiento por un importe de 2.000 pesetas anuales»

Se cumplen 110 años del primer partido del Sporting como inquilino de El Molinón, una efeméride relevante para nuestra historia. El club rojiblanco ya había jugado en el campo decano del fútbol español, pero el 22 de julio de 1915 lo hizo por primera vez como inquilino en exclusiva del hoy estadio municipal gijonés, tras haber firmado el primero de julio de ese año un contrato para el arrendamiento por un importe de 2.000 pesetas anuales.
El debut sportinguista como local fue en un partido valedero para la Primera Categoría del Campeonato de Asturias organizado por la extinta Federación Asturiana de Foot-Ball (una federación que tuvo una vida muy corta, entre 1913 y 1915). Ese día se enfrentaron el Sporting —que saltó al campo con su uniforme de camiseta rojiblanca y pantalón blanco— y el Deportivo Gijonés —que hizo lo propio con sus colores habituales, camiseta marrón y pantalón igualmente blanco—. Los sportinguistas vencieron por 4 a 1, con triplete del primer ídolo del fútbol gijonés, Fernando Villaverde, y un cuarto gol obra de Secundino Felgueroso.
La alineación rojiblanca fue la siguiente: Bernardo de la Puente; Juan Valdés, Pedro Costales, Manuel Díaz, Edmundo Morán, Óscar Kleber, Rafael Reyes, Carlos Fernández, Secundino Felgueroso, Senén Villaverde y Fernando Villaverde. La figura de aquel significativo partido fue Fernando ‘Fetato’ Villaverde. El goleador rojiblanco nació en Gijón el 30 de marzo de 1894 y fue el tercero de los hermanos de una saga de futbolistas, cinco de los cuales jugaron en el primer equipo del Sporting (además de Fernando, lo hicieron Pepe, Saturnino, Senén y Pachu) y un sexto hermano, Sergio lo hizo en el infantil y el filial del Sporting. Tres de ellos (Fernando, Saturnino y Senén) jugaron también en el Atlético de Madrid.
Fernando Villaverde, además de ser un brillante futbolista al que una lesión apartó prematuramente del balón (aunque siguió vinculado al fútbol como árbitro y directivo), era el socio número 1 de la entidad en el momento de su fallecimiento, ocurrido en Gijón el 30 de junio de 1937, tras una grave y penosa enfermedad. Hoy en día El Molinón honra su figura con una placa en el estadio gijonés.
 
 
			 
			 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
                                 
							 
							 
							 
							 
							 
							 
							 
							 
							